La implantación de la recogida de la orgánica es esencial para cumplir los objetivos de reciclado de la Unión Europea. La meta común es reciclar al menos el 55% de los residuos municipales en 2025. Esta cifra avanzará hasta el 60% en 2030 y al 65% en 2035. Actualmente en Extremadura se recupera un 46%. 

¿Por qué es tan importante el reciclaje de la orgánica?

Los restos orgánicos suponen alrededor del 30% de nuestra bolsa de la basura. Por lo tanto, si iniciamos la separación en nuestras casas de los restos orgánicos y mejoramos los datos de los contenedores amarillos y azul, cumpliremos ampliamente los objetivos marcados. Pero recoger selectivamente esta fracción no solo es un imperativo normativo. Es una responsabilidad personal y como sociedad con múltiples beneficios. La colaboración de todos y todas separando en casa facilita que algo que ya no tiene valor, que consideramos ‘basura’, sirve para producir un abono de gran calidad, que servirá para potenciar la agricultura y el aporte de materia orgánica en suelos degradados. También nos ayudará a resolver problemas ambientales, reduciendo el volumen de desechos que se lleva a los vertederos y la contaminación asociada; y a crear empleo en el medio rural, tantos en las actividades de recogida y tratamiento como en la comercialización del propio compost.

¿Cuál es el plan para generalizar esta recogida por parte de Promedio?

Las grandes ciudades deben dar los primeros pasos, pero en Promedio estamos trabajando ya para dar soluciones en el mundo rural. A la experiencia piloto que iniciamos en noviembre en La Albuera y Entrín Bajo, con nuevos contenedores marrones en las calles, le van a acompañar siete localidades más en este 2022: Azuaga, Llerena, Guareña, Jerez de los Caballeros, Fuente del Maestre, Campanario y Aceuchal. (Estas cuatro últimas pendientes de resolución de subvenciones por parte de la Consejería de Transición Ecológica y Sostenibilidad). De esta manera, casi 50.000 habitantes de la provincia avanzarán en el complimiento de la normativa europea.

En relación con el resto de residuos que ya llevamos separando hace años, ¿en qué situación se encuentra la provincia de Badajoz? 

Somos positivos. Es cierto que estamos lejos de cifras medias nacionales y que es un proceso lento, pero cada vez reciclamos más. Según el informe anual de Ecoembes, cada vecino o vecina de nuestros pueblos llevó el año pasado 14,05 kilos de envases al contenedor amarillo y 14,1 kilos de papel y cartón al contenedor azul. Es un 20 por ciento más que la media de la última década. Avanzamos, pero hay que esforzarse en hacerlo un poquito mejor.

¿Hacerlo mejor porque tenemos muchos errores a la hora de separar en casa?

Este es quizá el caballo de batalla en la mayor parte de Extremadura. Casi 4 de cada 10 cosas que tiramos al contenedor amarillo son impropios, es decir, son erróneas. Tenemos que cambiar el ‘chip’: el amarillo no es el contenedor de los plásticos, es el de los envases de plástico, latas y briks. Todo plástico o metal que no sea un envase, como el cubo de la fregona, un biberón o una caja de almacenamiento de ropa, se tira en un punto limpio o, si no hay más remedio, al contenedor verde de fracción resto. La colaboración de todos y todas es fundamental para que la rueda del reciclaje y de la economía circular funcione.

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