El presunto asesino de Imane Saadaoui, Badr Saadaoui, ha solicitado al juzgado que se le saque de la cárcel y se acepte su internamiento en un centro psiquiátrico, alegando problemas de salud mental. La jueza que se encarga de instruir el caso, el último de violencia machista en Extremadura y uno de los más dramáticos, se lo ha denegado. La Fiscalía también se había opuesto a esta petición, entre otras cosas porque el Ministerio Público desconoce qué tipo de patología sufre el acusado. Aunque, eso sí, no se niega a que sea examinado por los forenses para dilucidar si este internamiento que solicita está fundamentado, según confirma a este diario la propia Fiscalía.
Esta era su segunda opción para lograr salir de la cárcel, ya que en ese escrito dirigido al Juzgado de Valencia de Alcántara, que se encarga de investigar los hechos, lo primero que pedía era su puesta en libertad. En realidad lo que ha presentado es un recurso contra la orden de ingreso en prisión comunicada y sin fianza que se dictó tras comparecer en el juzgado. Pero la titular del mismo también lo ha rechazado, en base a los mismos argumentos por los que decidió su entrada en la cárcel y que son compartidos, además, por el Ministerio Público: existe riesgo de fuga, por su nacionalidad marroquí y porque no tiene familia en España, y hay peligro de reincidencia.
Indicios de criminalidad
Además según añade la Fiscalía, existen «indicios fundamentados de criminalidad» contra él. Pues, tal y como informa el Ministerio Público, fue él mismo quien llamó a la Guardia Civil tras cometer el crimen y confesó los hechos, a pesar de que después se ha negado a ratificar esa declaración en el juzgado. Ante el juez siempre ha dicho que no se acuerda de nada de lo que ocurrió aquella noche. Es una de sus armas de defensa.
El cuerpo de la joven ha sido trasladado a un tanatorio de Almería, donde permanecerá hasta que pueda ser repatriado a Marruecos
Imane y su presunto agresor se casaron en Marruecos. Son primos hermanos, pero comenzaron a tener contacto a través de las redes sociales y el teléfono porque él vivía en Madrid y ella en Marruecos. En 2019 Badr Saadaoui se desplazó hasta Casablanca para pedir la mano de Imane Saadaoui. Y se casaron. Gestionaron todos los papeles para viajar a España y se asentaron en Valencia de Alcántara, donde vivían. Según contaron los padres de la fallecida a este diario, la comenzó a maltratar casi desde el principio, pero se quedó embarazada y no le quedó otra salida que aguantar. Así que esperó hasta que naciera su hijo y se armó de valor para denunciarle. Lo hizo en enero de este año.
Estuvieron un tiempo separados (ella se refugió en la Casa de la Mujer de Cáceres), pero tres meses más tarde ella retiró la denuncia. El juzgado cerró el caso y se suprimió el seguimiento que se le hacía por ser mujer maltratada porque ella contó a los psicólogos que en realidad lo que quería era divorciarse de él. No fue así, sino que volvió a casa y se reconcilió con su presunto asesino. Lo hizo, en parte, por el hijo que ambos tienen en común, ahora de 15 meses. No quería que también estuviera separado de su padre, ya que ella tenía otra hija de 9 años fruto de una relación anterior y que vive en Marruecos con sus abuelos maternos.
Le dio otra oportunidad
En la reconciliación todo iba bien. Según cuentan sus padres y su entorno, ella estaba convencida de que había cambiado. Pero la noche en la que ocurrió todo, la madrugada del 1 de noviembre, Badr Saadaoui llegó a casa, después de haber estado varias horas consumiendo alcohol en un bar de la localidad, y le asestó varias puñaladas. Después llamó a la Guardia Civil para confesar el crimen.
El consulado marroquí correrá con todos los gastos. Los padres de Imane la enterrarán en Casablanca, la ciudad en la que ellos viven
Ahora sus padres luchan para poder repatriar el cuerpo a Marruecos y darle sepultura en su ciudad natal. De momento el juzgado se lo prohíbe, por si fuera necesario para realizar más pruebas en el seno de la investigación, ya que el presunto asesino se niega a ratificar su confesión. Sí les permite enterrarla en cualquier lugar de España, pero ellos se niegan. Han tenido, eso sí, que llevarse los restos de su hija del Instituto Anatómico Forense de Cáceres. Para ello se han puesto en contacto con una funeraria que lo ha trasladado a Almería, donde permanece en un tanatorio a la espera de que el juez levante la providencia dictada en la que prohibe su repatriación. Los gastos, tanto del mantenimiento del cuerpo en Almería como de su traslado, los sufragará el consulado de Marruecos.
Mientras tanto el padre de Imane intenta conseguir el pasaporte y un visado para poder viajar a España para hacerse cargo de su nieto, que permanece bajo la tutela de los servicios sociales. Después se lo llevará a Marruecos, junto al resto de su familia.
Pide ayuda
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