Una ‘tormenta perfecta’ está poniendo en jaque el repunte de la construcción tras la pandemia y ha activado las alertas en el sector. Ya empieza a causar retrasos en obras y muchos temen que en algunos casos los proyectos lleguen a ser «irrealizables» si se mantienen las circunstancias que están rompiendo la dinámica en los últimos meses: por un lado está la falta de mano de obra que se arrastra desde hace tiempo y que es especialmente acusada en los oficios básicos como la albañilería o las instalaciones. Eso ya complica algunas de las fases de la ejecución. Pero el nuevo flanco ahora es el desabastecimiento de algunos materiales básicos de construcción como hierro o pvc (o no los hay o tardan meses en suministrarlos) y la volatilidad que afecta a sus precios, que se han llegado a incrementar en un 100% en los seis últimos meses en productos esenciales como la madera, el acero (+70%) o el hierro (+50%). 

Desde el sector de la construcción alertan de que los incrementos no se han detenido en lo que va de año y cambian de una semana a otra. La consecuencia es que las empresas suministradoras están empezando a introducir cláusulas en los presupuestos en las que advierten a las constructoras de que la oferta no se mantendrá más allá de una semana y eso complica el desarrollo de los contratos a medio y largo plazo y la planificación de las distintas fases de las obras. Lo peor, según advierten, es que «no tiene visos de cambiar la situación a corto plazo», apunta Carlos Izquierdo, presidente de Fecons y de la Fundación Laboral de la Construcción. 

Revisar precios

«Las reglas del juego han cambiado en mitad del partido y ahora hay que ver cómo se sale de todo esto porque es inasumible que se incrementen de una semana a otra los costes de un contrato un 50%. La situación nos preocupa porque va a haber obras que sean irrealizables de seguir así», señala el empresario, que reconoce que hay contactos ya con las administraciones para buscar soluciones. Las patronales se han dirigido al Gobierno central para solicitar herramientas que permitan, por ejemplo, que se revisen los precios ante variaciones tan abultadas como los que se están dando ahora. 

Las empresas extremeñas llevan medio año capeando esa situación que ha roto todas las planificaciones y empieza a lastrar el repunte de la actividad.

«Es inasumible que los costes de un proyecto se incrementen un 50% de una semana a otra»

Carlos Izquierdo - FECONS

«Hay empresas que rezan para que no les adjudiquen una obra que presupuestaron hace meses»

JOSÉ LUIS IGLESIAS - PYMECON

«El precio de los materiales asusta y sin mano de obra no sé cómo se va a hacer lo que viene de Europa»

Abelardo Martín - ASOCIACIÓN DE PROMOTORES

«Estamos a punto de firmar un contrato con la administración, pero hemos pedido una revisión de precios antes porque la oferta se presentó hace tres meses y los precios no tienen nada que ver ahora. Necesitamos que se revise el presupuesto o si no, preferimos rechazar el contrato porque no podemos empezar ya la obra perdiendo dinero», explica José Carlos Pozo, director de Fissa Construcción en Extremadura. Su caso es uno más de los que el sector pone como ejemplo de contratos que empiezan a estar en cuestión ya ante la imposibilidad de asumir en el tiempo los sobrecostes que se están produciendo. 

Las patronales abogan por restaurar de forma generalizada ‘la revisión de precios’ en la contratación pública, que ahora no se incluye en la mayor parte de los contratos. Fecons tenía previsto trasladárselo esta semana a la Junta de Extremadura en una reunión. «Hay proyectos que son inviables en los precios en los que se aprobaron en su día y hay empresas que están rezando para que no les adjudiquen una obra que licitaron hace meses porque van a perder dinero con el incremento de los precios», señala José Luis iglesias, de Pymecon. 

Respecto a los clientes privados, la única opción ahora es renegociar los presupuestos ajustándolos a la nueva situación. 

Crisis de materias primas

El origen de esa crisis de precios y el desabastecimiento tiene múltiples causas, según explican en las organizaciones profesionales. Lo relacionan con las crisis que afecta también a la automoción con los microchips y sitúan el punto de partida en el parón de las industrias el año pasado por el covid y el incremento posterior de la demanda, que se ha visto acompañado por una escalada de los precios del petróleo por encima del 40% en el 2020. Eso ha supuesto el alza de los costes del transporte y de otras materias primas que dependen del petróleo en su proceso de transformación. A esto se une además la dependencia del mercado asiático y la escalada también de precios en otros materiales ligados a la construcción como el cobre (+30%), el aluminio (+27%) o el hierro (+40%). 

LAS CIFRAS

Empresas: Extremadura tiene 3.265 empresas en el sector de la construcción, según los datos del mes de junio. Suponen el 10,9% del tejido empresarial de la comunidad. 

Empleo: El sector de la construcción aglutina a 28.633 trabajadores, de ellos 19.930 dentro del régimen general y 8.703 en el de autónomos. La evolución en el último mes (+12%) mejoró los datos nacionales (+6%).

Mercado: Hasta junio se han registrado en la región 22.856 contratos, principalmente en construcción especializada (11.622) y de edificios (9.690). La obra civil generó 1.544 contratos.

Licitaciones: El volumen de licitación de obra pública acumulado hasta mayo fue de 409 millones, un 454% más que en el 2020 y un 4,7% respecto al volumen nacional. Se autorizaron 1.243 visados, la mayoría en obra nueva (814.)

«Nosotros estamos dejando de hacer proyectos y hemos avisado a los clientes en algunos casos de que para poder comenzar habrá que renegociar precios», reconoce José María Abreu, empresario de Construcciones Abreu. 

Todos los gremios

«Resulta paradójico que el buen momento que atraviesa la construcción se vea tan afectado por los precios de los materiales y la falta de mano de obra», lamenta Iglesias. Faltan albañiles, fontaneros, montadores de placas, soladores, alicatadores, herreros... 

«Están afectados casi todos los gremios», advierte Abreu. Los problemas en cuanto a la mano de obra no son nuevos y el sector lleva varios años lidiando con la falta de relevo en determinadas actividades que requieren cualificación y preocupa ante el horizonte de los proyectos que se están anunciando a corto plazo. Todo se rompió, según apuntan, en la crisis del 2008. Entonces las empresas dejaron de apostar por la figura del ‘aprendiz’ por los costes que llevaba aparejada la formación de un trabajador que iba a dar poco rendimiento al principio. Por otro lado, la construcción dejó de ser también una opción atractiva para los más jóvenes. 

«No tenemos relevo para una mano de obra que ya es muy mayor porque los padres dejaron de enseñar el oficio a los hijos. Como no logremos atraer a los jóvenes y a la mujer, no sé si vamos a ser capaces de llevar adelante lo que nos viene de Europa», apunta Abelardo Martín, presidente del colectivo de promotores. 

A ese problema que apunta se ha unido ahora el escenario de los precios que amenaza con paralizar proyectos: «Asusta mucho el precio de los materiales y en las obras que están en curso, si no hay una revisión de precios para ajustarlos a la realidad, nadie va a trabajar para perder», advierte. Otros tampoco empezarán hasta que no se normalice la situación y al menos desaparezca la volatilidad de los precios, aunque se mantengan por encima de lo habitual. «Tenemos lista de espera para la tercera fase de una promoción de Iniexa, pero no podemos arrancar la obra hasta saber qué sucede con los precios», reconoce Martín, que duda de que antes de finales de 2022 se haya estabilizado la situación. 

Del boom de las plantas fotovoltaicas al horizonte de los Next Generation

«El mercado está ahora mismo roto y la llegada de los fondos puede aumentar más el problema», apunta sobre el escenario al que se enfrenta la construcción en los próximos meses José María Abreu, al frente de Construcciones Abreu. La preocupación del empresario va en la línea de la que expresó también hace unas semanas el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, en la Fundación Laboral de la Construcción, en la que advirtió de la necesidad de encontrar a corto plazo 10.000 trabajadores para hacer frente a los proyectos por delante de obra civil y los asociados a los fondos europeos.

Una parte de los Next Generation están destinados a la rehabilitación energética de edificios. Eso, a priori, sería sinónimo de buenas perspectivas en el sector si no fuera por los problemas que le rodean ahora con la mano de obra el stock de materiales y los precios. 

El ‘boom’ de los parques solares ha ahondado también este ‘agujero’ laboral porque la elevada demanda de profesionales ha trasladado allí a muchos trabajadores de la construcción que esperan recuperar en unos años. «La situación es difícil y preocupante. No sé si va a haber capacidad de hacerlo», señala el presidente de los promotores, Abelardo Martín.