Sin pausa, los atentados en Irak se suceden a medida que se aproxima el 30 de junio, fecha prevista para el traspaso de soberanía al Gobierno provisional iraquí. Ayer, al menos 16 personas murieron debido a la explosión de un coche bomba al paso de un convoy. Dos británicos, un francés, un norteamericano y un filipino, que trabajaban en el restablecimiento del flujo eléctrico en el país y viajaban en la caravana atacada, se encuentran entre las víctimas mortales de la potente deflagración, en pleno centro de la capital.

Las previsiones de la coalición ocupante liderada por EEUU, que había augurado un incremento en el número de atentados a medida que se aproximara la fecha para el traspaso de poder, se han cumplido. El atentado de ayer se produjo en Midan Tahrir, uno de los lugares más frecuentados en Bagdad.

El convoy, compuesto por tres vehículos todoterreno, había salido de la Zona Verde, el perímetro de seguridad en torno a la sede de la coalición ocupante y del Ejecutivo provisional, y cruzó el puente de La República. Enfiló hacia la avenida Port Said, pero un coche aparcado en la acera saltó por los aires y alcanzó a la caravana de vehículos.

Nada más producirse la explosión, se repitieron las escenas de ira de los iraquís. "No, no a América; No, no al Consejo de Gobierno", gritaba la multitud, en referencia a la institución disuelta a principios de mes tras el nombramiento de los miembros del Gobierno provisional.

SECUESTRADOS DOS TURCOS El atentado de Bagdad no fue la única acción, ayer, contra la colonia extranjera en Irak. La cadena CNN Turk informó de que dos ciudadanos turcos habían sido secuestrados.

Ante el desafío de los grupos insurgentes a los planes de EEUU, la ONU lanzó un capote al Ejecutivo provisional. El secretario general de la ONU, Kofi Annan, pidió a la comunidad de estados musulmanes, ante el inicio de la reunión de ministros de Exteriores de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI) en Estambul, que apoyen al Gobierno iraquí.