Turquía vivió ayer la votación presidencial más estrafalaria de su historia, con continuas discusiones de los diputados de la Gran Asamblea Nacional sobre el procedimiento de elección del próximo presidente del país. Abdulá Gul, el candidato a la presidencia de la República por el Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD, islamista moderado), no fue elegido en la primera ronda de votación parlamentaria, al conseguir 10 votos menos de los 367 necesarios. En condiciones normales, la votación debería haber proseguido con dos rondas más hasta que el candidato pudiese ser investido con la mitad más uno de los votos de los 550 diputados, algo factible para el PJD, que dispone de una amplia mayoría parlamentaria.

El Partido Republicano del Pueblo (PRP, laico), la principal formación de la oposición, intentó que las votaciones no se celebraran y abandonó el pleno para forzar la falta de quórum. El PRP interpreta que debe haber al menos 367 diputados para que las votaciones se celebren, por lo que impugnó ante el Tribunal Constitucional la votación de ayer, a la que asistieron 361 parlamentarios.

PROTESTA EN ESTAMBUL Si los jueces aceptaran las alegaciones de la oposición, el Parlamento debería ser disuelto y se convocarían elecciones anticipadas en un plazo de 90 días. La sesión electoral ofreció un espectáculo esperpéntico, como la intervención del jefe del PRP, Kemal Anadol, desde las escaleras de la Cámara para evitar que lo contabilizaran.

Mañana domingo está convocada una manifestación en Estambul para protestar contra la candidatura a la presidencia de Abdulá Gul.