Un prisionero de nacionalidad saudí retenido en la cárcel de la base naval estadounidense en Guantánamo (Cuba) murió hoy, aparentemente en unsuicidio, informaron fuentes militares estadounidenses. En un comunicado, el Mando Central estadounidense indicó que "cuando sus guardias encontraron al detenido en su celda éste no respondía y presentaba parada respiratoria".

"Después de que todos los intentos por reanimarlo se agotaran, un médico lo declaró cadáver", agregó el comunicado, que no aclara cómo pudo cometerse el aparente suicidio. Se trata del cuarto detenido que se suicida en la prisión de Guantánamo desde su apertura en enero del 2003. Otros tres se ahorcaron en sus celdas el verano pasado.

Cerca de 380 presos extranjeros, considerados por EEUU como "combatientes enemigos" y a los que niega las protecciones que otorgan las convenciones de Ginebra, permanecen retenidos en esa cárcel. El Mando Central, con sede en Tampa (Florida), indicó que el Servicio de Investigaciones Penales de la Marina ha abierto una investigación sobre el incidente.

También precisó en el comunicado que los restos del suicidado hoyo "se tratan con el mayor respeto" y un asesor cultural asesora a los responsables para garantizar que el cuerpo recibe el trato adecuado de acuerdo con las costumbres y la religión del infortunado. La muerte del preso se produce apenas una semana después de que un nuevo mando, el almirante Mark Buzby, se haya hecho cargo de la fuerza militar especial al frente de la penitenciaría, en sustitución del almirante Harry Harris.

También, pocos días antes de que un tribunal militar especial se reúna para empezar a ver el caso el próximo lunes de dos de los presos allí detenidos. Los tres suicidios previos, en los que los presos emplearon su ropa de cama para ahorcarse, también se cometieron antes del comienzo de una de estas vistas. El gobierno estadounidense ha recibido numerosas críticas de organizaciones no gubernamentales y de otros países, que reclaman el cierre de la prisión, por el trato que proporciona a esos prisioneros. Washington alega que se trata de peligrosos terroristas y que mantenerlos presos en Guantánamo es necesario para la seguridad de Estados Unidos.