La espiral de violencia, las críticas de la Iglesia y el eco de las protestas en el exterior forzaron ayer al Consejo Supremo Electoral (CSE) de Nicaragua a revisar todas las actas de la capital, Managua, para comprobar si el exboxeador sandinista Alexis Argüello ganó la alcaldía al banquero liberal Eduardo Montealegre en las elecciones que el domingo representaron un plebiscito sobre el discutido presidente, Daniel Ortega. "Cualquier acto de violencia a partir de ahora es culpa de Ortega y del Frente Sandinista", señaló Montealegre.

Las dudas sobre la limpieza de unos comicios sin observadores salieron a la calle la noche electoral. Y la violencia se agudizó el martes, cuando corrió el rumor de la muerte de dos manifestantes y el CSE anunció unos resultados que, con el 86% de los votos escrutados, parecían definitivos. La división en torno al neosandinismo quedó patente con el 48% de los sufragios a favor del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y el 46% para el Partido Liberal Constitucionalista (PLC).

Pero la distribución del voto en los 146 municipios en disputa le dio 91 alcaldías --entre ellas las de 10 ciudades-- al FSLN y solo 49 --con cinco ciudades-- a la alianza opositora. Y en la capital, Managua, los resultados del CSE otorgaron una holgada victoria por el 51% contra el 45% al tres veces campeón mundial de boxeo Alexis Argüello. Por contra, las actas en poder de la oposición y las encuestas a pie de urna de las oenegés le daban la alcaldía de la ciudad de Managua a Eduardo Montealegre, que ayer pidió "comenzar por las actas de Managua, pero revisar también las de todos los municipios del país".

El miércoles, los dirigentes liberales denunciaron el hallazgo de montones de votos que les favorecían tirados en un basurero de la ciudad de León y en una carretera de Tipitapa, cerca de Managua. La respuesta de algunos jóvenes radicales sandinistas fue ahogar las protestas a golpes.