China pisa fuerte. El Gobierno de Pekín ha cerrado el Tíbet a los turistas extranjeros hasta finales de marzo, en previsión de incidentes con motivo del 50ºaniversario de la insurrección tibetana contra China, que se cumple el próximo día 10. Ayer, quienes pretendían obtener un visado para visitar el Tíbet, se encontraron al acudir a las agencias de turismo con una respuesta que sorprende: no podrán viajar hasta finales de marzo.

La prohibición apenas afecta al turismo español. "Son muy pocos los ciudadanos de nuestro país que visitan el Tíbet en estas fechas por las bajas temperaturas", afirmó un portavoz de una asociación de agencias de viajes. Cree que la medida busca vetar a simpatizantes extranjeros de la causa tibetana.

La noticia de la prohibición fue facilitada por tres agencias de turismo que organizan habitualmente viajes a la región: una de Lasa, capital del Tíbet; otra de Chengdu y una tercera de Sichuan. Una empleada de la agencia oficial de Lasa, que pidió permanecer en el anonimato, aseguró a la agencia France Presse: "Las autoridades chinas nos han pedido que no organicemos viajes para los extranjeros hasta el 1 de abril".

ESTADO POLICIAL Ante el 50ºaniversario de la sangrienta revuelta en el Tíbet, el Gobierno chino ha optado por tomar policialmente la región, según denunciaron ayer organizaciones defensoras de los derechos humanos. No es la primera vez que China prohíbe la entrada de extranjeros. Tras las violentas protestas del 2008, las autoridades chinas cerraron las puertas al turismo y las reabrieron en junio, para permitir el paso de la antorcha olímpica.