La justicia iraní abrió ayer un caso criminal contra el clérigo reformista Mehdi Kerrubi por sus acusaciones de que algunos simpatizantes de la oposición fueron violados durante su estancia en prisión tras su arresto en los días siguientes a las elecciones presidenciales de junio. Una comisión investigadora especial ha preparado un dosier acerca de las palabras de Kerrubi, candidato a la jefatura del Estado, que acabó en cuarta posición en los comicios.

Hasta ahora, Teherán se había limitado a someter a juicio a algunos miembros moderados de la oposición. Cualquier medida de acoso judicial contra Kerrubi corre el riesgo de desencadenar nuevas protestas opositoras. "Kerrubi es un clérigo y sus declaraciones deben ser estudiadas en un tribunal especial para el clero", dijo el fiscal Abbás Jafari-Dolatabadi.