La derecha criticó el miércoles la violencia de las críticas, pero la oposición atribuye justamente la retirada de Jean Sarkozy a la amplitud de la polémica, tanto dentro como fuera de las fronteras francesas. El portavoz de los socialistas, Benoit Hamon, aplaudió la decisión del hijo del presidente, considerando que "es bueno para él", dando por hecho que su padre le había lanzado en esa batalla. El alcalde de Nanterre, el centrista Patrick Jarry, que el 3 de diciembre optará a la presidencia de La Defense, también se felicitó: "No se puede pasar por encima de la voz de la opinión del territorio", afirmó.