Ayer sucedió en Roma lo que nunca antes se había visto. Que un Gobierno nacional en pleno ejercicio convocase una manifestación de sus electores contra la oposición. A dos semanas de las elecciones regionales y según la mayoría de analistas, el objetivo de la protesta de ayer fue aunar a los conservadores antes de que se emitan unos votos que los sondeos señalan a la baja para el partido en el poder, el Pueblo de la Libertad (PDL).

También sirvió para relanzar el liderazgo dentro del partido del primer ministro, Silvio Berlusconi, ya que algunos dirigentes ya estarían maquinando para recoger su herencia.

Dos días antes de la manifestación, celebrada en la plaza San Juan de Letrán bajo el eslogan "El amor siempre vence sobre la envidia y el odio", el jefe del Gobierno ya había avisado públicamente: "Diremos que los manifestantes han sido un millón". Y así fue proclamado desde el palco de los discursos. Según la oposición progresista, que conoce al dedillo el lugar, hasta el punto de ser conocida como "la plaza roja", fueron menos de 100.000.

La escena final de la protesta fue el juramento en voz alta de los 13 candidatos conservadores a las elecciones regionales, que se comprometieron a gobernar bien. Antes, el primer ministro los presentó uno a uno, magnificando sus cualidades. Mientras juraban el "pacto", por los altavoces sonaba la canción Menos mal que Silvio está.

Los organizadores de la marcha habían enviado previamente decenas de miles de mensajes telefónicos a ciudadanos particulares, lo que por ley está prohibido, con la frase "Te espero mañana en la plaza de San Juan".

DISCURSO DE 45 MINUTOS Berlusconi acusó a la izquierda, "junto con sus magistrados", de casi todos los males que padece Italia. La palabra que más usó el primer ministro ayer fue la de libertad. "Realizaremos la religión de la libertad", dijo al final de su discurso de 45 minutos.

El político centrista Pierferdinando Casini, comentó ayer que "el problema es entender si los italianos votaron a Berlusconi para organizar fiestas o para gobernar". "Ha sido el mitin de un caudillo popular", criticó, por su lado, Luigi Zanda, subjefe de los senadores progresistas.

Mientras, el Consejo de Estado rechazó ayer la apelación presentada por el PDL para ser readmitido en las elecciones regionales en el Lacio, por lo que definitivamente el partido de Berlusconi no podrá presentarse en los comicios del 28 y 29 de marzo. La lista fue excluida por presentarse fuera del plazo legal.