El ministro alemán de Defensa, Karl-Theodor zu Guttenberg, pidió hoy disculpas por la muerte de seis soldados afganos a manos de tropas alemanas y prometió una "exhaustiva" investigación del caso. Fuerzas alemanas mataron el Viernes Santo a seis soldados afganos que viajaban en vehículos privados y no fueron reconocidos como tales.

En una rueda de prensa celebrada en Bonn tras interrumpir sus vacaciones de Semana Santa, Guttenberg explicó que por lo que se sabe hasta ahora los soldados se negaron a detenerse ante una columna de coches militares alemanes que se dirigía a relevar a una compañía que había sido atacada por los talibanes.

En los combates entre la compañía alemana y unos cuarenta insurgentes murieron tres soldados del Bundeswehr y resultaron heridos otros ocho, cuatro de ellos de gravedad.

Guttenberg subrayó que "molestos incidentes" como el de matar a miembros de fuerzas armadas amigas no pueden descartarse en "lo que en el lenguaje coloquial podemos llamar una guerra".

BAJO UNA TORMENTA DE ARENA

El ministro se defendió de las críticas, entre otras por parte del ex inspector general de las fuerzas armadas alemanas Harald Kujat, de que el incidente se debió a la falta de equipamiento en Afganistán, especialmente a la carencia de sistemas de reconocimiento.

Según Guttenberg, todo apunta a que cuando se produjo el ataque a los soldados afganos era de noche y había una tormenta de arena en la zona, una situación en la que, dijo, poco ayuda tener aviones de reconocimiento.

Tras la mala experiencia vivida como consecuencia del bombardeo en septiembre en el que murieron numerosos civiles afganos y que costó el puesto a varios altos cargos, el ministro se mostró hoy sumamente cauteloso a la hora de valorar el incidente y aseguró que no lo hará mientras no se haya elaborado un informe detallado de lo ocurrido.