Los talibanes atacaron ayer dos bases de la OTAN --bajo mando de EEUU-- situadas en la provincia de Khost, al este de Afganistán. En el intento de asalto, que acabó en fracaso, participaron al menos 30 insurgentes, algunos de ellos cargados con explosivos adosados al cuerpo. Según las autoridades afganas, 23 talibanes y dos civiles murieron en los ataques, mientras que cuatro soldados de la OTAN resultaron heridos.

La ofensiva empezó hacia las 4 de la madrugada, hora local, y afectó a las bases de Salermo y Chapman. En esta última, el pasado mes de diciembre perdieron la vida siete agentes de la CIA en un atentado terrorista. En los ataques de ayer, algunos de los insurgentes vestían con uniformes del Ejército y la policía afgana.

Por otro lado, y por segunda vez en tres días, un grupo de desconocidos perpetraron un ataque con gas tóxico contra una escuela de niñas de Kabul. Hasta medio centenar de estudiantes del centro tuvieron que ser atendidas de urgencia en un hospital de la capital afgana.