Las instituciones de la Unión Europea han alcanzado un acuerdo de principio sobre un conjunto de seis medidas para reforzar la disciplina presupuestaria, que permitirán multar más fácilmente a los países con déficit excesivo, según anunció hoy la presidencia polaca de turno de la UE. El acuerdo será sometido al Consejo de la UE (donde están representados los Gobiernos de los Veintisiete) y al próximo Pleno del Parlamento Europeo, la última semana de septiembre, para su ratificación. Las propuestas de compromiso fueron acordadas la pasada noche, señaló en un comunicado el ministro polaco de Finanzas, Jacek Rostowski.

El conjunto de medidas "debe ser aprobado pronto y confío en que tenga lugar en la próxima sesión del PE", afirmó el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, en una conferencia de prensa. Estas medidas suponen "un hito" para reforzar la unión económica y monetaria en el conjunto de la Unión Europea, añadió Rehn. El presidente del PE, Jerzy Buzek, coincidió con Rehn en la importancia de este acuerdo y señaló en un comunicado que de ser definitivamente aprobado contribuirá a "la superación de la crisis de deuda y a la prevención de cualquier repetición de la crisis en el futuro", ya que impondrá una "disciplina presupuestaria y una cooperación económica más fuerte".

El principio de acuerdo entre el Consejo, el PE y la Comisión Europea se logró tras meses de duras negociaciones en las que los eurodiputados querían endurecer algunos aspectos. Las tres instituciones volverán a reunirse el próximo lunes para cerrar algunos detalles menos importantes del acuerdo, según indicaron fuentes de la Eurocámara, que concluye hoy un pleno en Estrasburgo (Francia). Las medidas, conocidas en la jerga comunitaria como "six pack" ("paquete de seis"), fueron propuestas en septiembre de 2010 por la Comisión Europea y entre ellas destaca una muy discutida imposición de multas a países miembros con déficit excesivo y poco competitivos.

Esta propuesta permitiría multar de manera preventiva a los países que se desvíen del límite de déficit del 3 % del PIB, que fija el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, incluso antes de que hayan superado ese umbral. Entre otros puntos, el esquema de sanciones planteado por la CE supone que los países que no respeten el objetivo de equilibrio presupuestario a medio plazo deberán crear un depósito, generador de intereses, por un monto de hasta el 0,2 % de su PIB. El depósito, más los intereses, serán restituidos al país si éste toma las medidas necesarias para sanear sus finanzas. Si no lo hace y supera el límite de déficit, la UE le abrirá un procedimiento formal y el depósito dejará de producir intereses recuperables.

Una vez superada esta primera fase, se pasará a la imposición de sanciones propiamente dicha.

Tanto los depósitos como las sanciones forman parte de la etapa correctiva del proceso que podrá tener una duración concreta en función de los casos. El punto que ha retrasado el acuerdo entre instituciones tiene que ver con una fase anterior, de carácter preventivo, en la que la CE podrá hacer recomendaciones a los Estados miembros y pedirles que corrijan su balance. Desde el primer aviso de Bruselas hasta el último, que propiciará la entrada en la fase de sanciones (depósito primero y multas después), pueden transcurrir como máximo seis meses. El Ejecutivo de la UE emitirá una recomendación al Estado afectado, que deberá ser adoptada por mayoría cualificada de los países del euro.

Si pasado un mes los socios de la zona del euro han rechazado la recomendación o no se han pronunciado al respecto, la CE puede insistir en el aviso, que se considerará en esta ocasión automáticamente adoptado a menos que 9 de los 17 miembros del euro se opongan (una mayoría simple). El grupo de los Socialistas y Demócratas del PE emitió hoy un comunicado en el que expresan su rechazo sobre este acuerdo porque consideran que podría incluso empeorar la situación de la economía europea y dudan de que imponer sanciones financieras a los países infractores sea la mejor manera de estabilizar la economías en dificultades.