Cuatro funcionarios de prisiones de Colombia y un recluso murieron hoy en una emboscada en el departamento del Caquetá (sur), hecho atribuido por el Gobierno a las FARC, según fuentes oficiales.

En el ataque también resultaron heridos un guardia y dos reclusos, según el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec).

El atentado fue perpetrado contra la camioneta en la que se movilizaba un grupo formado por cinco guardianes y tres reclusos, que habían partido de la cárcel El Conduy, en Florencia, la capital del Caquetá, y se dirigían hacia San Vicente del Caguán, donde los presos tenían fijada una audiencia.

El convoy fue atacado por hombres armados en un sector conocido como la Esmeralda, en el municipio de Puerto Rico, según el director del Inpec, general Gustavo Adolfo Ricaurte.

El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, atribuyó el ataque a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

"Las primeras averiguaciones indican que el frente tercero de las FARC llegó hasta el sitio, emboscó a este grupo de funcionarios del Inpec y los asesinó, y dejó heridos incluso a los presos que estaban siendo trasladados y robaron todas sus armas", dijo a periodistas el ministro Pinzón.

Ricaurte indicó que los internos que eran trasladados cuando se produjo el ataque no son guerrilleros sino presos comunes procesados por extorsión a los que se les iba a notificar su condena.

Las autoridades investigan "si era un rescate, si era para asaltar la caravana o si era para asesinar a los dragoneantes (guardias)", dijo Ricaurte en una rueda de prensa antes de viajar a Caquetá.

La ministra de Justicia, Ruth Stella Correa, repudió el ataque a la caravana del Inpec y dijo que los funcionarios asesinados "estaban prestando con responsabilidad su servicio".

Los guardias muertos en el ataque fueron identificados por el Inpec como Esneider Rubio Herrera, Dini Ciseri Paredes, Didier Martínez Mejía y Diego Rodríguez González, mientras que el herido responde al nombre de Juan Garaviz Rincón.

Tras el ataque, Garaviz y los tres internos, identificados como Ramiro Capiz Helizalde, José Rubén Gutiérrez Capiz y Henry Hernández Guarín, fueron trasladados al hospital de Florencia, donde uno de los reclusos, al que no se identificó, falleció.