Vuelven a existir muros en La Raya. Desde el próximo miércoles, 1 de diciembre, para cruzar la frontera terrestre de Extremadura a Portugal será necesario presentar un test negativo (PCR o antígeno) realizado en las 48 horas antes, independientemente de que la persona esté vacunada o no. Es la decisión que el Gobierno portugués ha puesto sobre la mesa para intentar atajar una nueva ola en el país luso, donde los contagios se están elevando y ha vuelto la preocupación. Cabe la posibilidad de que esta medida se matice en los próximos días antes de entrar en vigor, pero de momento se aplicará tal cual a todos los visitantes tanto en las fronteras terrestres, marítimas y fluviales y no solo a los viajeros que lleguen vía aérea, como se había anunciado previamente.

Así lo recogían este viernes varios medios de comunicación lusos y se especificaba en el comunicado del Consejo de Ministros portugués.

Ese marcado 1 de diciembre Portugal volverá a decretar el 'estado de calamidad', y en base a ello entrarán en vigor las nuevas restricciones para luchar contra la pandemia. Entre ellas, el uso obligatorio de mascarilla en interiores, el certificado de vacunación para entrar en restaurantes, gimnasios, eventos con asientos marcados y hoteles.

Además, se exigirán esos tests adicionales negativos para acceder a bares y discotecas, visitar a enfermos en hospitales e ir a conciertos o eventos deportivos.

Y también, el Parlamento ha dado luz verde al Gobierno para decretar el uso obligatorio de mascarilla en la calle si lo considerara necesario en las próximas semanas.

Sanciones a aerolíneas

Así mismo, se endurecerán las sanciones a las aerolíneas que dejen embarcar a personas sin test: hasta los 20.000 euros por pasajero o incluso la pérdida de la licencia de vuelo en territorio nacional.

«Las medidas son proporcionales e intentan afectar lo menos posible a la vida y normalidad de todos», dijo la ministra lusa de Sanidad, Marta Temido.

El anuncio se produce cuando el país se prepara para las elecciones generales del próximo 30 de enero tras la crisis política que impidió la aprobación del proyecto de Presupuestos para 2022 defendido por el Gobierno del socialista António Costa.

Y después de Navidad, teletrabajo obligatorio y escuelas cerradas

Las restricciones se incrementarán en el país luso después de las vacaciones de Navidad. Entre el 2 y el 9 de enero -la «semana de contención de contagios», según la definió el primer ministro portugués, António Costa- será obligatorio teletrabajar, se cerrarán todas las escuelas -se aplaza una semana el inicio del nuevo trimestre, del 3 al 10 de enero- y también se le echará el cierre a las discotecas. El Ejecutivo luso reforzará las medidas después de las citadas fiestas navideñas porque teme que las reuniones familiares provoquen una escalada de contagios, como ya ocurrió el año anterior. Las consecuencias fueron trágicas en el país vecino y se quiere evitar volver a vivir situaciones similares, aunque la vacuna ayudará a que los daños sean mucho menores.