Dos tramos de la Autovía de la Plata, cuyas obras finalizarán a la vuelta de unos pocos meses, no podrán ser abiertos al tráfico hasta un año después de su terminación, debido a que en la programación de las actuaciones no se tuvo en cuenta el enlace provisional con la actual N-630.

En el primer caso, por orden de finalización de las obras, se encuentra el trazado entre Cáceres y el enlace de Hinojal, de 21,4 kilómetros y un coste de 63,7 millones de euros. La ejecución del proyecto fue adjudicada en abril del 2002 a la constructora Necso que, previsiblemente, entregará el tramo antes de mayo del 2005. Sin embargo, el plan de obra no incluye la conexión por el norte con la N-630, ya que el tramo muere en las cercanías de la carretera autonómica que va a Hinojal, a varios kilómetros de la N-630.

De este modo, el trazado, pese a estar finalizado, no podría ser utilizado hasta que se ejecute el siguiente tramo, desde Hinojal hasta Cañaveral, adjudicado en marzo del 2003 y que no estará listo hasta la primavera del 2006. Es decir, la apertura de la autovía entre la capital cacereña e Hinojal se demorará un año tras concluir las obras.

Una posible alternativa sería realizar un enlace hasta la vía autonómica de Hinojal y utilizar ésta para acceder a la N-630. Sin embargo, técnicos consultados por EL PERIODICO indicaron que dicha solución es poco viable, porque la mencionada carretera no está acondicionada para soportar el intenso tráfico, especialmente de vehículos pesados, que soporta la N-630.

TAMBIEN EN ALDEA DEL CANO Otro tanto sucede con el tramo entre Aldea del Cano y el límite con la provincia de Badajoz, de 22,5 kilómetros, y con un presupuesto de 42,7 millones. Las obras, que ejecuta OHL desde principios del 2003, estarán concluidas en septiembre del 2005.

Como en el caso anterior, la autovía acaba en tierra de nadie , a unos 4 kilómetros, en su extremo norte, de la N-630. Aquí el problema es, incluso, mayor, ya que ni siquiera existe cerca una vía secundaria para enlazar. Así, la única solución para abrir el tramo sería construir una carretera provisional.

Esta opción choca con problemas como que para hacer dicha carretera tendría que irse a un proceso expropiatorio, que lleva, en el mejor de los casos, meses, con lo que esta vía, una vez construida, tendría una utilización muy corta.

Por ello, y según los técnicos consultados, lo más viable es que el Ministerio de Fomento inste a la constructora del tramo Cáceres-Aldea del Cano (Corsan-Corviam), a que acelere las obras, cuyo fin está previsto para febrero del 2007. Incluso así, el tramo terminado estaría inutilizado durante un año.

La respuesta dada por Fomento ante estos problemas ha sido poco aclaratoria. Según un portavoz del ministerio, estos inconvenientes se solucionarán "porque se supone que habrá prevista alguna conexión", cosa que niegan los técnicos a los que se pidió información al respecto.

MALA PROGRAMACION El problema parece derivarse de una mala planificación del ritmo de ejecución de los trabajos en la autovía. De este modo, los tramos primitivos contemplados en la programación del proyecto, que finalizaban en zonas próximas al actual trazado de la N-630, fueron, posteriormente, divididos en subtramos.

Al hacer esta subdivisión no se habría tenido en cuenta, a la hora de realizar las adjudicaciones, que algunos subtramos podrían quedar cojos , con lo que la programación tendría que contemplar que los proyectos vecinos en esta situación debían ejecutarse simultáneamente.

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