El alcalde de Mérida, Ángel Calle, critica que ha llamado "más de 300 veces" a la familia Ruiz-Mateos para recibir información sobre la situación que atraviesa Carcesa, aunque "no han contestado ni una".

Ante esto, Calle se pregunta si la falta de respuesta se debe a que él, como alcalde de Mérida, es una persona "muy poco importante para la familia Ruiz-Mateos", si bien recuerda que "cuando vinieron a instalarse" en la localidad, se reunieron "varias veces" y en estos encuentros "todo eran elogios" hacia él "tanto del padre como del hijo".

"Ahora ni se ponen al teléfono y tienen constancia de las llamadas porque he dejado el recado a sus secretarias personales, a sus jefes de prensa y a todo el aparataje que tienen allí, pero no hay manera de hablar con ellos", recalca.

En su opinión, la ciudad "cumplió sus deberes" con la familia Ruiz-Mateos, pues recalificó unos terrenos a cambio de construir "una factoría moderna que tenía voluntad de permanecer", por lo que ha exigido que la fábrica no se cierre y no se pierdan los puestos de trabajo.

Además, informa de que el Ayuntamiento de Mérida "también está trincado" por Carcesa, pues la empresa le debe 2 millones de euros, en concepto del impuesto del valor de los terrenos.

En cuanto a la reunión que tiene previsto mantener con el Comité de Empresa de Carcesa, adelanta que le trasladará el "apoyo total y absoluto" del ayuntamiento a la plantilla.

"Van a tener todo el calor del ayuntamiento para todas las gestiones e iniciativas que el comité de empresa de Carcesa quiera realizar", apostilla