--Ha sufrido dos derrotas electorales seguidas. ¿Se siente aludido?

--Claro. Siempre se siente uno aludido, por las victorias y por las derrotas, y aunque esta derrota tiene la crisis como causa principal, no es la única. Algunas cosas hemos hecho mal y las estamos analizando para intentar corregirlas.

--¿Qué cosas han hecho mal?

--No hemos sabido acompañar con explicaciones adecuadas algunas medidas que hemos tenido que tomar. Si cuando se bajó el sueldo a los funcionarios hubiéramos puesto en marcha el Impuesto de Patrimonio, los ciudadanos habrían visto que los ajustes se estaban haciendo recaer sobre el conjunto de la ciudadanía y no sobre una parte. Si cuando hubo que congelar las pensiones medias y máximas se hubiera aprobado algo que impidiera los bonus de los directivos de la banca, también se hubiera entendido mejor. Y luego está el partido. Creo que tenemos que debatir mucho internamente. El congreso de febrero no solo será un éxito por a quién elijamos, sino por si ha habido debate previo en las agrupaciones.

--En su caso particular, y con la trayectoria de éxitos del PSOE extremeño, las derrotas deben ser más amargas. ¿Su análisis es que las dos veces han sido por el efecto Zapatero?

--A mí no me gusta que la responsabilidad se personalice en Zapatero. El es presidente de un gobierno y secretario general de un partido en el que de manera colegiada se han tomado decisiones. Sí creo que cuando pase algún tiempo se dará importancia a lo que Zapatero ha hecho en este período. Ha tenido la valentía de tomar decisiones a sabiendas de que iban a perjudicar electoralmente al partido. Zapatero se ha encontrado ante una tesitura muy difícil: ha tenido que elegir entre los intereses de España y los del partido y ha elegido los intereses de España.

--Zapatero, como patriota.

--Sí. Y además no ha habido esa actitud en el PP. Se le pidió que ayudara y no solo no ayudó sino que ha puesto sus intereses electorales por encima de los de España. Ha sido una estrategia existosa, puesto que le ha servido para ganar, pero es bueno no olvidarlo.

--El pasado martes publicábamos una información en que notables de su partido cerraban filas en torno a usted. Eso de cerrar filas, ¿no forma parte de una liturgia un poco gastada y que termina no creyéndola mucho la gente?

--Creo que no es una liturgia, o por lo menos no en todos los casos. No tengo por costumbre echar la culpa a los demás y por tanto no necesito que cierren filas en torno a mí. Cuando perdimos las elecciones autonómicas asumí la derrota en primera persona y puse mi cargo a disposición del Comité Regional. Yo me hago responsable siempre, sobre todo de lo malo.

--Dice que no necesita que cierren filas en torno a usted, pero el PSOE extremeño está viviendo una situación que no había vivido nunca por su bajo apoyo electoral.

--Discrepo. Nosotros hemos logrado en estas elecciones un resultado porcentual de votos parecido al que tuvo el PP en las de mayo y que le sirvió para ganar. Estamos casi diez puntos por encima del apoyo del PSOE en España. No es un consuelo, pero es una buena base.

--Ibarra no hace un análisis tan positivo. Tira con bala contra usted y pide renovación total.

--Esas manifestaciones no son nuevas. Ya dijo lo mismo en julio. Sé que tiene una idea muy crítica de mi gestión y yo la respeto en todos sus términos. Es verdad que hemos tocado suelo como nunca lo habíamos tocado, pero es un suelo cercano al 40%. Ya le gustaría a muchos.

--Por cierto, ¿cómo valora que Ibarra vaya a mitinear a Ciudad Real o a Salamanca y no haga campaña aquí?

--Porque el partido ha considerado que en esta campaña su presencia en el conjunto de España era imprescindible. Y así ha sido. Y ante eso todo el respeto del mundo. Y además de Juan Carlos no voy a hablar públicamente.

--¿Por qué?

--Porque he decidido que no. Es una persona por la que tengo todo el respeto del mundo. Me considero un hijo político suyo y no quiero que nada de lo que pueda decir sea mal interpretado. La mejor manera de que nada sea mal interpretado es no decir más que lo que constata un hecho cierto: que ha participado en la campaña allí donde el partido se lo ha pedido. Y yo le agradezco mucho que sin tener ninguna obligación y después de cuatro años de retirarse de la política siga participando activamente.

--Cuando dice "no voy a hablar de Rodríguez Ibarra públicamente" quiere decir 'no voy a hablar mal', porque para hacerlo bien no tiene inconveniente.

--No, no. Ni para criticarlo ni para alabarlo. Es que no quiero que las palabras sean mal entendidas. Porque ya ha habido precedentes. Tengo por él todo el cariño y soy la persona menos indicada para valorar lo que hace. Porque es mi referente.

--Entiendo su actitud, pero lo que no entiendo es que cada vez que se habla de Ibarra haya que ponerlo en una hornacina. Si la actitud que ha tenido el expresidente con su partido en estas elecciones la hubiera sufrido él seguro que estaría repartiendo acusaciones de deslealtad.

--No creo.

--¿La actitud de Rodríguez Ibarra en estas elecciones no ha sido desleal con el PSOE extremeño?

--Afirmo rotundamente que no.

--¿Rubalcaba es su candidato para dirigir el PSOE nacional?

--Yo no tengo candidato. Mi candidato a la Secretaría General será el que decidamos la federación extremeña previo debate, y debatiremos cuando conozcamos quiénes son los aspirantes. Lo decidiremos nosotros. Es decisivo que el secretario lo elijamos, no lo designemos. Y para elegirlo hay que debatir primero.

--Hay una corriente que incluso quiere que se elija por sufragio universal.

--Algo se ha dicho por ahí. Este partido tiene que cambiar en muchas cosas. En ese sentido y en otros. También en limitación de mandatos, en incompatibilidades, en la elaboración de las listas electorales. Si los compañeros de la agrupación de Robledollano votan a sus representantes eso debe ser necesariamente, y recalco lo de necesariamente, tenido en cuenta.

--Pero eso no ha ocurrido en Cáceres con las listas al Congreso.

--Por eso hay que cambiar cosas, pero antes tenemos que dotarnos de normas y cumplir una serie de requisitos.

--¿Y qué papel va a jugar Guillermo Fernández Vara en ese proceso nacional?

--Soy el secretario general de una federación importante del partido y quiero que nuestra voz se oiga y que tengamos una presencia importante en los órganos de dirección del partido, pero si me pregunta por mí yo ya me he quitado del medio de cualquier posibilidad nacional desde el momento en que renuncié a ir al Congreso y al Senado.

--Es decir, que seguirá aquí y se presentará a la reelección.

--Ya lo he dicho. Lo tengo decidido, pero antes pondré mi cargo a disposición del Congreso y que los compañeros valoren. Yo no voy a obligar a nadie a que me vote. Si hubiera percibido, y lo digo con absoluta sinceridad, que soy más problema que solución me hubiera ido ya. Pero no es eso lo que he percibido.