Extremadura ha despedido esta tarde con un funeral a las cuatro personas fallecidas en el barranco de Hoyos (Jerte,Cáceres) cuando practicaban barranquismo, en un marco de dolor profundo y sentido, tanto en el interior del templo como en su exterior, y donde las lágrimas han recorrido multitud de rostros.

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Cientos de personas se han acercado hasta la iglesia parroquial de Santiago, en Don Benito, para dar su último adiós al matrimonio, ambos de 43 años, y a dos de sus hijos, de 9 y 11 años de edad.

La llegada de los cuatro féretros en sendos vehículos fúnebres, todos ellos con numerosas coronas de flores, ha sido sobrecogedora para todos los asistentes.

Una sensación de duelo y tragedia que ha aumentado cuando los féretros han sido introducidos en el templo, tras ser recibidos ante las puertas por tres sacerdotes del colegio en el que estudiaban las pequeñas fallecidas.