Es la cita electoral del año y acaba de arrancar. El Consejo de Gobierno de la Universidad de Extremadura dio ayer el visto bueno a una nueva convocatoria de elecciones a rector, las quintas celebradas por sufragio universal en la institución. Como establece la normativa, el rector Segundo Píriz anunció ayer su cese y el de su equipo, que ya está en funciones.

Ahora será la Junta Electoral de la universidad la que se encargará de todo el proceso. El primer paso es aprobar el calendario electoral en una reunión que se celebrará este próximo lunes y sobre la que, según ha podido saber este diario, ya hay una propuesta sobre la mesa que plantea la jornada de votación en primera vuelta para el 27 de noviembre.

Lo que sí está ya confirmado es que, si no hay sorpresas de última hora, habrá tres candidatos para suceder a Píriz, entre ellos la primera mujer que opta a este cargo en los 45 años de historia de la institución. Los tres son catedráticos -es un requisto imprescindible para llegar a ser rector- y proceden de la misma facultad, la de Ciencias del campus de Badajoz, donde el ambiente electoral es ya palpable desde hace varias semanas. «Nos está dando mucha vidilla», reconocen. Se trata de Antonio Hidalgo García, Marisa González Martín y Manuel González Lena que, a día de hoy, todavía son precandidatos. Ellos tienen experiencia en puestos de gestión como vicerrectores en distintas legislaturas y ella, en la dirección de departamentos y de importantes comisiones que gobiernan la universidad.

Pero a los tres les une, además, una misma entrega e ilusión por ocupar el Rectorado.

¿Quién conseguirá alcanzar el poder? Para dar respuesta a esta pregunta aún falta tiempo. Los precandidatos tienen que dar a conocer con detalle los programas con los que tratarán de impulsar la universidad durante los próximos cuatro años y en los que, a priori, hay algunas ideas comunes: más comunicación, reforzar el vínculo con la sociedad, lograr una financiación estable, una transformación digital...

González Lena: compromiso social y más investigación

Para Manuel González Lena, vicerrector de Investigación desde el 2010 hasta el pasado 1 de septiembre -cuando se hizo efectiva la dimisión solicitada en julio-, hay dos líneas principales sobre las que se asienta su programa electoral: compromiso social e investigación. «Se habla mucho de ránkings pero en ninguna clasificación se valora lo que una universidad hace por un territorio; es un parámetro difícil de cuantificar pero muy importante. La UEx ha sido y es una oportunidad para los extremeños y hay que remarcar ese carácter social», destaca.

El segundo pilar será el apoyo decidido a la labor investigadora. «Es lo que nos hace diferentes a otras ofertas universitarias que quieren instalarse en la región», explica González Lena. Su programa incluye un plan propio de investigación «muy potente» y sobre esos dos pilares anteriores pretende también, entre otras cosas, mejorar las condiciones de los estudiantes, del profesorado y luchar por otro caballo de batalla: la puesta en marcha de la ley de financiación estable de la UEx. «Tenemos un programa concreto y conciso pero lleno de medidas ambiciosas y realistas», apunta.

El exvicerrector de Segundo Píriz prefiere no hablar de continuidad en la gestión. «Estoy muy orgulloso de pertenecer al equipo de gobierno que le ha tocado gestionar la universidad en los momentos económicos más críticos, pero aún así hay cosas que matizaré, haré distintas y someteré a debate. El futuro de la UEx lo tiene que definir toda Extremadura, no solo la comunidad universitaria», destaca González Lena, que se enfrentará, dice, a «dos magníficos compañeros» de facultad. Con Antonio Hidalgo García, además, comparte departamento (Ingeníería Química y Química Física) y algunos retos.

Hidalgo García: formación online y mejores condiciones

Este catedrático del área de Química Física también fue vicerrector durante dos legislaturas, en su caso de Profesorado durante los más de siete años del rector Francisco Duque, y ahora aspira a convertirse en la máxima autoridad con los deberes bien hechos, apunta. Tiene el equipo cerrado desde febrero y un programa estudiado y listo para aplicar, para el que también ha recabado sugerencias a través de una página web abierta desde el mes de abril.

Sus prioridades pasan por fomentar el ánimo entre los compañeros, mejorar las «deficiencias que vemos en el día a día» en los procesos de contratación del profesorado y del personal de administración y servicios y atraer a los alumnos extremeños hacia su universidad. «Abandoné la gestión en el 2010 y la foto del 2018 no me gusta. La sensibilidad que hay en la universidad es que esto no está funcionando en sus mejores condiciones. Por muchas razones, pero parte del deterioro viene provocado también por la actual gestión», explica Hidalgo.

Más allá del día a día, el catedrático también tiene otros proyectos: motivar e incentivar a los alumnos «desde mucho antes y más directamente» para evitar que acaben en otras universidades; modernizar la universidad y ofrecer formación digital, «empezar ofreciendo parte de la formación presencial de forma online hasta llegar a estudios semipresenciales o incluso formación virtual completa. Tenemos un potencial humano y una calidad mejores que las universidades online que quieren instalarse en la región». Mantener los compromisos de calidad y reconectar la sociedad con su universidad son otros de los retos propuestos. «Necesitamos una revisión, una puesta a punto», insiste.

González Martín: confianza, transparencia y entusiasmo

Para la primera mujer candidata a rectora en la historia de la UEx, el primer objetivo es recuperar el entusiasmo y la confianza en una época en la que la universidad en general está bastante señalada, apunta. «Tenemos que hacer a nuestra universidad transparente para generar en la sociedad la confianza suficiente y poder mantener el diálogo imprescindible para nuestra propia definición», explica Marisa González Martín. Y en esa confianza, señala, «está la base para obtener la suficiencia económica estable que esta universidad precisa urgentemente».

Ya dentro de la institución, «necesitamos recuperar el entusiasmo; devolver al personal su tiempo, que ahora se consume en una gestión estéril» y definir los objetivos de la universidad: «saber hacia dónde vamos, hacernos a todos -profesorado, personal de administración y servicios y alumnado- partícipes de las tomas de decisión «a través del diálogo profundo y sincero, apoyándonos en la transformación digital que debemos abordar de una forma profesional para hacernos sentir mucho más orgullosos de nuestra universidad».

Estas son las primeras cartas de una partida que empezó a jugarse ayer desde la Facultad de Ciencia con energía y mucho optimismo entre la terna de candidatos. Los tres se sienten muy apoyados, con experiencia suficiente, liderazgo y equipos solventes y comprometidos para afrontar durante los próximos cuatro años el reto de mejorar una universidad que está a punto de cumplir medio siglo de vida. «Es un momento emocionante y muy ilusionante», resumen.