La presencia o la irrupción de animales en la carretera ha causado una media de 22 accidentes a la semana en lo que va de año en las vías extremeñas. En total se habían visto implicados animales en 743 siniestros en la región hasta el pasado mes de agosto (los últimos datos disponibles) de los que 373 han tenido lugar en las carreteras paceneses y 370 en las de la provincia de Cáceres, según la Dirección General de Tráfico. Con datos cerrados, el volumen de siniestros con animales en las carreteras extremeñas ha crecido un 35% en los cuatro últimos años: si en 2014 se registraron en total 748 accidentes con animales implicados (el equivalente a los siniestros que se habían producido en el 2018 hasta el pasado mes de agosto) el 2017 se cerró con 1.162 siniestros, principalmente causados por la irrupción de especies cinegéticas o perros en la calzada.

Por provincias, en Badajoz se produjeron hasta agosto 373 accidentes de los que 16 contaron con heridos (24 leves y uno grave). Es una proporción mínima, porque según los datos de la delegación provincial pacense de la DGT, en ese periodo se han registrado 363 accidentes con víctimas en las carreteras de la provincia. Con datos cerrados, el 2017 terminó con 568 accidentes a causa de animales en la provincia de Badajoz, del los que únicamente una decena originaron daños personales (hubo 14 heridos leves, uno grave y ninguna víctima mortal). La cifra supone un incremento del 8% respecto a los siniestros que se produjeron el año anterior, por debajo de los incrementos de los años 2014 y 2015 que se situaron en torno al 14% en este tipo de siniestros.

En cuanto a la provincia de Cáceres, los únicos datos aportados por la Dirección Provincial de Tráfico hacen referencia al número de accidentes con animales. Son 370 en lo que va de año y 594 con los datos cerrados del 2017, lo que supone un incremento del 24% respecto a los datos del año anterior. Los animales silvestres han estado en todos los casos tras la inmensa mayoría de este tipo de siniestros según la distinción que hacen en esto caso: estuvieron en el 72% de los accidentes, una proporción similar a la de años anteriores.

Cáceres y Badajoz son dos de las provincias con más accidentes con animales implicados. En España se producen una media de 20.000 colisiones con animales en vías interurbanas al año según los datos de la DGT. En el último sexenio se han registrado 120.500 accidentes de tráfico y hubo víctimas (heridos y muertos) en 3.710 de ellos, de las que 28 fallecieron. Por provincias, Burgos (10.316 ) y León (9.074) son las que más accidentes registraron en ese periodo entre 2012-2017, aunque Badajoz y Cáceres se sitúan en séptima y octava posición por el volumen de accidentes con animales (2.692 y 2.491 respectivamente).

«Los que accidentes con daños más importantes son aquellos en los que se ven implicadas especies cinegéticas de gran tamaño como jabalíes, corzos o ciervos y también los perros», recuerda el fiscal jefe de Tráfico de la Audiencia Provincial de Badajoz, Diego Yebra. Son los que causan más daños y también los más frecuentes ya que están detrás de la mitad de los accidentes son animales, según la DGT. Solo en la provincia de Badajoz, de los 373 accidentes con animales que se han producido en lo que va de año, 150 han tenido a un ejemplar cinegético implicado. En otros 136, impactaron con un perro.

¿Quién es el responsable?/ Hasta el año 2014 eran los propietarios de los terrenos cinegéticos o los cotos quienes debían responder por los daños en un accidente de tráfico con un animal implicado. Pero eso cambió con una modificación de la Ley de Tráfico que pasó a depositar en el conductor la responsabilidad, con una única excepción: «será responsable de los daños a personas o bienes el titular del aprovechamiento cinegético o, en su defecto, el propietario del terreno, cuando el accidente de tráfico sea consecuencia directa de una acción de caza colectiva de una especie de caza mayor llevada a cabo el mismo día o que haya concluido diez horas antes de aquél». Pero esa es una circunstancia muy concreta y no siempre los accidentes con especies cinegéticas están relacionados con jornadas de caza, sino más bien con el volumen de animales y con la ausencia de vallados. «Mientras no hay acciones de caza los animales se mueven libremente», resume Yebra.

Muchos abogados interpretan esa modificación como un privilegio que se ha otorgado a las compañías aseguradoras y también a las administraciones regionales (La Junta de Extremadura es titular de muchos de los terrenos cinegéticos), que con el cambio legal están exentas de responsabilidad en este tipo de accidentes.

A raíz de ese cambio en la ley, las compañías de seguros no responden por estos daños (únicamente tienen que hacerlo en los seguros a todo riesgo o si se contrata una extensión específica que cubre ese tipo de contingencias en los seguros básicos) y el conductor suele recurrir al juzgado para reclamar por la vía civil que se cubran los desperfectos.

En el caso de los animales domésticos (ganado o los perros) la situación es distinta puesto que deben portar una identificación mediante chip o crotal, que sí permite imputar una responsabilidad civil al propietario, si la tuviera y es posible localizarlo.

En cuanto a la vía penal, que es en la que interviene principalmente la fiscalía, desemboca en el archivo de la causa «porque un animal no puede ser declarado autor del delito (del accidente) y no podemos acusar de imprudencia al propietario de una finca porque se haya escapado», recuerda Yebra.