Su mensaje no surtió efecto. Solo unas horas después de que el candidato socialista a la alcaldía de Badajoz, Ricardo Cabezas, pidiese a Ciudadanos que recapacitara sobre su previsible apoyo al PP a cambio de hacer alcalde a su líder local, Ignacio Gragera, se hacía oficial el pacto por el que este último y el alcalde en funciones, Francisco Javier Fragoso, se turnarán el bastón de mando en el ayuntamiento pacense los próximos cuatro años (dos cada uno). Su reacción se movía entre la indignación y la sorpresa, pues, según dijo, a la misma hora que Fragoso y Gragera estaban reunidos, él tenía una cita con el segundo para seguir avanzando en el «preacuerdo» al que habían llegado el día anterior.

El candidato de Cs le dio plantón y prefirió despachar con Fragoso. El propio Gragera fue el que le comunicó a Cabezas ese cambio de planes, que llevó al PSOE a convocar de manera urgente a la prensa para dar cuenta del «enredo» y el «peligroso juego de sillones» que se estaba produciendo. «Fragoso es capaz de prenderle fuego al ayuntamiento antes de que entre a gobernar el PSOE», dijo Cabezas, para anunciar que el PP había ofrecido la alcaldía a Ciudadanos con tal de conseguir su apoyo. En ese momento no habló de reparto, que era lo que la formación naranja había propuesto a los socialistas el día antes, poco después de ese «preacuerdo» en el que lo que se había puesto sobre la mesa era que Cs tendría la tenencia de alcaldía, la portavocía y concejalías «importantes». Además, tres de sus ediles estarían liberados. De esa la nueva petición para turnarse en la alcaldía era de lo que se suponía que iban a hablar ayer, pues Cabezas tenía que consultar con su partido para dar un sí o un no. No tuvo opción a dar una respuesta.

«No puede ser que el que gane las elecciones con esta amplia diferencia (12 concejales, frente a 9 del PP y 4 de Cs), sea al final el perdedor y que el que ha quedado tercero se haga con la alcaldía», criticó el candidato socialista.

Cabezas calificó lo ocurrido como «inadmisible» y auguró que la decisión de Ciudadanos tendrá «unas consecuencias terribles» tanto para este partido como para los vecinos de Badajoz. «Cs está demostrando una catadura moral bajísima», dijo, y lamentó que el futuro de Badajoz se decida en Madrid o en Mérida y reprochó que el PP se mostrara «dispuesto a perder Badajoz y ceder la alcaldía a Gragera con tal de que no gobernemos los socialistas». B. C.