Más allá de las tres multinacionales que lideran el ambicioso proyecto para definir toda la cadena de valor de la nueva movilidad eléctrica, la iniciativa aún por terminar de conformar en colaboración con Industria, está abierta a otras de los diferentes sectores que integran la cadena de valor, incluidos los componentes, y a decenas de pequeñas y medianas empresas, suministradoras de todas ellas. Cuanto mayor sea el número de empresas implicadas y más abundante la inversión privada en juego más posibilidades existen de convertir un proyecto en ganador en la carrera por los fondos europeos.

Con apoyo de los sindicatos y de las principales asociaciones de la industria de la automoción, el Gobierno presentó a mediados de junio el ‘Plan de Impulso a la cadena de valor de la Industria de la Automoción, hacia una movilidad Sostenible y Conectada’, con un presupuesto de 3.750 millones.

El proyecto liderado por Seat, Iberdrola y Telefónica aspira a absorber una parte de este plan. También busca ejercer como uno de los grandes proyectos tractores, de colaboración público privada, con los que el Gobierno pretende dar un uso a los fondos europeos asignados a España de forma rápida y eficaz en términos de creación de empleo y de modernización de la economía.

El proyecto de Presupuestos del Estado para el 2021 incorporará ya 27.436 millones de transferencias europeas.