La multinacional Repsol Butano ya ha empezado a aplicar el plan de regulación de empleo pactado con los sindicatos para desmantelar la planta de almacenamiento y llenado que tiene junto al polígono industrial El Prado.

El plan ha afectado a 30 trabajadores, de los que solo quedan ya 11 en la factoría. El resto, los mayores de 50 años se han acogido a un plan de prejubilación y otros han sido trasladados a distintas áreas comerciales.

Los 11 que quedan han rellenado un formulario vinculante, en el que se les da a elegir varios puntos de España para ir a trabajar, siempre que haya vacantes. La mayoría ha escogido ciudades como Puertollano (Ciudad Real), Huelva, Granada o Algeciras (Cádiz) o Pinto (Madrid), las más cercanas a Mérida.

Además, no se han renovado los contratos con empresas auxiliares de Mérida, como jardinería, mantenimiento de ordenadores, adquisición de piezas, entre otras. Solo sigue una empresa de seguridad para vigilar las instalaciones.

Los once trabajadores que aún quedan se dedican a tareas de desgasificación y limpieza de los tanques de gas, ya que el próximo paso que dará la empresa será la de sacar a concurso el desmantelamiento de la infraestructura para convertirlo todo en chatarra.

OFICINAS En cuanto a las oficinas están vacías de personal, aunque con todo el mobiliario, incluido los ordenadores, por lo que vendrán empleados de Madrid para hacer un inventario.

Entre las instalaciones que se convertirán en chatarra destacan 12 tanques y tres esferas, donde se depositaba el gas.

Además, hay un edificio de tres plantas, un taller, un almacén, vestuarios y un comedor.

Uno de los trabajadores de la empresa ha informado de que Repsol Butano "va a quedar esto como un solar, ya que quieren desmanterlo todo, los tanques, las esferas, las tuberías para el gas de una planta que abastecía a toda Extremadura y a otras comunidades, pero poco a poco fueron quitando trabajo y se lo daban a las plantas que tenían refinería cerca para ahorrarse el transporte de gas para llenar botellas", recordó.