Teresa Zurdo Gil nació en Mérida en 1995. Esta emeritense empezó a escribir para que lo leyese su hermana pequeña y, desde entonces, ha ganado distintos concursos literarios a nivel regional y nacional, entre los que se encuentran el Premio Argaya para Jóvenes Creadores, el Premio Jóvenes Creadores de Salamanca y el Certamen Javier Espinosa de Literatura Joven. En el año 2019 publicó su primera novela Seremos héroes y en 2021 quedó finalista del Certamen Mujer al Viento con el libro Las chicas buenas no vuelven solas a casa.
-¿Hubo algo en su vida que le motivara para empezar a escribir?
-Desde pequeña me ha gustado mucho leer y escribir, pero no fue hasta la universidad cuando empecé de forma más constante. Al principio, me ayudó mucho que mi hermana pequeña leía todo lo que escribía. Siempre me preguntaba: «Tere, ¿para cuándo la próxima historia?».
-¿Qué escritores le han influido como autora?
-No podría elegir, pero me gustan autores como Ana María Matute, Carmen Laforet, Julio Cortázar o Anna Gavalda.
-¿Cómo espera que el público acoja su segundo libro?
-El pensamiento de que lo que yo he escrito en mi habitación vaya a ser leído y a estar en otras estanterías y otras habitaciones, siempre me produce vértigo. Pero tengo la suerte de estar arropada por el cariño de la familia y los amigos, y es muy bonito notar cómo la gente que te quiere se alegra y lo celebra como si le pasase a ellos mismos.
-¿Qué le inspiró a escribir este libro?
-La idea surgió en 2018, cuando ocurrió la desaparición de Laura Luelmo, profesora de 26 años que fue asesinada en El Campillo. Me impactó mucho y pensé: «Esa chica podíamos haber sido cualquiera».
-¿Hay algún elemento autobiográfico en su nueva novela?
-Creo que es verdad la frase de que, en cada novela, el autor siempre pone algo suyo.
-¿Tiene algún consejo para un escritor que empieza?
-Yo considero que también estoy empezando y creo que todavía me queda mucho por aprender. Desde mi experiencia, diría que la constancia es fundamental y que, cuando más se escribe, más se disfruta.
-¿El mejor consejo como autora que le han dado?
-La verdad es que he recibido muchos consejos de profesores, amigos, otros autores... Pero el mejor, tal vez por el momento que estaba, me lo dio mi madre: «Sigue escribiendo».
-¿Cuál es su palabra o expresión favorita?
A lo largo del día repito mucho «con paz», como recordatorio de cómo me gustaría vivir y hacer las cosas.
-¿Alguna vez llegó a pensar en que se convertiría en una escritora?
-Ha sido un sueño que tenía desde que era niña y supongo que es un proceso que dura toda la vida. Creo que todavía me queda mucho camino por recorrer y tengo muchas ganas de seguir mejorando y escribiendo.
-¿Cuál es la sensación al ver que sus proyectos van hacia delante?
-Me resulta una gran alegría y me motiva a seguir escribiendo. Especialmente, me hace mucha ilusión cuando la gente me escribe para decirme que han disfrutado leyendo el libro.
-¿Cómo se sintió la primera vez que le publicaron algo?
-Ocurrió hace poco, a finales de 2019, no me lo creía, pero recuerdo que el libro llegó impreso y me seguía sorprendiendo. «¿Cómo ha ocurrido esto?», me preguntaba. Fue y sigue siendo una experiencia muy bonita.