Continúan las reacciones a la decisión de la Junta de cerrar de forma definitiva el colegio público Juan XXIII. El sindicato docente PIDE ha iniciado una recogida de firmas en la plataforma Change.org y CCOO ha convocado una manifestación a las puertas del centro el próximo lunes a la que llama a participar a toda la comunidad educativa y los vecinos del barrio.

Sobre el tema también se ha pronunciado este viernes la portavoz de Educación del PP en la Asamblea de Extremadura, Pilar Pérez, que considera «muy grave» que la Junta haya tomado esta decisión «sin contar con nadie» y sin ofrecer una alternativa para salvar la actividad en el centro educativo. Según Pérez, el cierre del Juan XXIII representa el «fracaso» de las políticas educativas del Ejecutivo socialista, que ha optado «por la vía fácil» dando por amortizado un colegio público sin más respuesta para los padres y alumnos que la reubicación forzosa en otros centros.

Movilización sindical

La campaña de firmas de PIDE ha sumado más de 300 apoyos en las primeras horas. Su objetivo es impedir el cierre del colegio y exigir al presidente, Guillermo Fernández Vara, la convocatoria urgente de la comisión regional para revisar los conciertos educativos y extinguir los que sean «innecesarios». «Una vez más, la Consejería de Educación cierra un centro público sin tocar los centros privados-concertados», afirma el sindicato, que considera esto «una incongruencia» teniendo en cuenta que la concertada «solo tiene justificación en los casos en los que la educación pública no pudiera asumir la demanda de escolarización». 

Por su parte, la Federación de Enseñanza de CCOO Extremadura convoca una concentración a las puertas del colegio (calle Lateros, 13) el próximo lunes 14 de febrero a las 12.00 horas. Invita a asistir a toda la comunidad educativa del colegio Juan XIII y a los vecinos de San Juan y las barriadas aledañas, «que en breve contarán con un colegio público menos». También convocan a las Ampas de los colegios públicos de Mérida con el fin de «enviar a la Junta un mensaje claro de apoyo al colegio y en defensa de los servicios públicos, de todos y para todos».

En esta ocasión son 39 familias y una decena de trabajadores los afectados por el cierre, «pero si consentimos este atropello, pronto otros centros educativos de la ciudad pueden correr la misma suerte», afirma CCOO, para quien el cierre del colegio supone «dar la espalda a un barrio entero».