Mérida celebra con júbilo la buena nueva de que Cristo ha vuelto a la vida. La Semana Santa emeritense, declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional, ha finalizado esta mañana con la gloriosa procesión del Resucitado, que ya en 2019 se desarrolló en horario matinal dejando así atrás su salida en la madrugada del sábado al Domingo de Resurrección. El cambio fue todo un éxito entonces, ya que hizo que aumentara la afluencia de público, y hoy se ha vuelto a constatar que debería mantenerse así.

En torno a las diez de la mañana, unos fuegos artificiales anunciaban la salida desde la basílica de Santa Eulalia de los pasos de Jesús Resucitado, Nuestra Señora del Mayor Dolor y San Juan Evangelista, unas imágenes que son obra de Eduardo Zancada, Manuel Echegoyán y Juan Blanco, respectivamente. Acompañados por los sones de la Banda de Cornetas y Tambores de la OJE de Mérida, los pasos discurrieron por las calles del centro hasta llegar a la plaza de España, en la que se produjo el tradicional Encuentro ante numerosos emeritenses.

Posteriormente, las tres imágenes se dirigieron hasta la concatedral de Santa María y regresaron de vuelta a la basílica eulaliense por la calle Félix Valverde Lillo, rambla Santa Eulalia y avenida de Extremadura, acompañados en el cortejo procesional por tramos de jóvenes que portaban banderolas blancas con la palabra ‘Aleluya’, hermanos mayores de las cofradías y autoridades eclesiásticas. Como novedad, el paso del Resucitado procesionó a costal tras ser reformado. Junto a los hermanos de la Cofradía de los Castillos, que es la titular, desfilaron también los de la Ferroviaria.