Emerita Lvdica

Osuna, alcalde de Mérida: al César lo que es del César

El regidor es como aquellos arqueólogos de siglos pretéritos que quisieron devolver a Avgvsta Emerita su lustre y pasado glorioso

Miguel Ángel Muñoz Rubio

Miguel Ángel Muñoz Rubio

Ciertamente tiene Antonio Rodríguez Osuna un aire de emperador romano, especialmente por el orgullo con el que habla de su ciudad y porque ha sabido convertir a Mérida en el foco cultural de Extremadura, que en definitiva es el oficio en el que deben emplearse a fondo los verdaderos emperadores de un imperio. Avgvsta Emerita tiene el legado que la hace merecedora de un reconocimiento sin ambages que a veces queda cojo desde la Junta y que en demasiadas ocasiones se diluye por la mayestática influencia de la capital administrativa y política de la región frente al municipio en sí.

Al César lo que
es del César

Osuna junto a Jaime Ruiz Peña, en el papel del gobernador Publio Carisio. / Jorge Armestar

Por eso, para evitar las sombras injustas, conviene repetir hasta la saciedad que Mérida fue esa antigua ciudad romana fundada en el año 25 antes de Cristo por orden de Augusto para asentar a los soldados licenciados de las legiones que habían combatido en las guerras cántabras. Pero además fue la capital de la nueva provincia hispana de Lusitania, y, desde fines del siglo III, la capital de la Diócesis de Hispania. Augusto fue el fundador de la colonia, es el que hizo posible que se creara esta ciudad en el occidente de la Península Ibérica. Sin su decisión, eso nunca se hubiera hecho realidad. Fue Larra quien magníficamente la definió al decir que «Mérida es un niño dormido en los brazos de un gigante». Y llevaba razón.

De modo que es importante reconocer la labor del alcalde actual, que es como aquellos arqueólogos de los siglos pretéritos que quisieron devolver a Avgvsta Emerita su lustre, su pasado tan glorioso.

Lo ha hecho con el Carnaval, lo ha hecho con la Mártir y el Año Eulaliense y este año se ha coronado con Emerita Lvdica, una fiesta única en Extremadura, de carácter recreacionista, que ha alcanzado su XIV edición y que está catalogada como Fiesta de Interés Turístico Regional, aunque bien merecería el título de Internacional. Toda la ciudad implicada a una con el propósito de recrear la vida de Roma en el conjunto arqueológico monumental más completo y mejor conservado de Hispania. Lleno en hoteles, bares y restaurantes, tiendas especializadas en la venta de trajes y más de 90.000 personas recordando su raíz más ancestral.

«Al César lo que es del César», con lo que implica el significar que hay que ser justo y reconocer a cada uno sus méritos. Y el de Osuna es este: saber gobernar Roma para que sea algo más que un escenario de cartón piedra y se convierta, realmente y sin excusas, en el referente imperial de Extremadura.

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