Llega el verano y las altas temperaturas a veces disparan las necesidades eléctricas cuando se utilizan equipos de refrigeración. Existen prácticas orientadas al ahorro de energía y a alargar la vida útil de los equipos domésticos.

Una de ellas es procurar que los equipos de aire acondicionado estén colocados donde menos les pueda dar el sol y haya buena circulación del aire para evitar recalentamientos.

Cuando no haya nadie en la habitación o en casa es conveniente desconectar el aire acondicionado. También pueden activarse los mecanismos de ahorro energético que ya ofrecen los nuevos modelos.

Otra interesante recomendación es la temperatura ideal de la estancia: está fijada entre 22 y 25 grados en verano. Una diferencia de más de 12 grados entre el exterior y el interior puede no ser saludable, amen de estar consumiendo un 8% más de energía.

Cuando quiera acondicionar rápidamente una estancia utilice el llamado modo ´Powerful´.

Por supuesto, hay que tener la casa bien aislada para impedir fugas de energía, además de instalar toldos y bajar persianas, evitando las radiaciones directas del sol.

La ventilación de la casa debe realizarse durante 10 minutos máximo en las horas de menor calor (primeras de la mañana y durante la noche). No se deben abrir puertas y ventanas con el equipo de refrigeración en funcionamiento. El termostato tiene que estar lejos de fuentes de calor.

El mantenimiento del equipo es básico, pues unos filtros sucios hacen que consuma más energía. Su limpieza debe realizarse una vez al mes.