José Ángel Calle, director general de la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aexcid), que se enmarca dentro de la Consejería de Igualdad y Portavocía de la Junta de Extremadura, atesora larga experiencia en políticas de refugio y asilo. También ha sido cooperante expatriado en Iberoamérica, y evaluador de proyectos internacionales para el desarrollo. El 2020 ha sido un año intenso en la cooperación extremeña, pero el 2021 será decisivo. Su mensaje es claro: «De las crisis se sale cooperando»

-Extremadura será en 2021 la anfitriona del XIV Encuentro de Comunidades y Cooperación ¿Es nuestra región un referente en materia de cooperación para el resto de comunidades autónomas?

-Cuando hablamos de cooperación siempre lo hacemos como un ejercicio de humildad. Para la Junta de Extremadura, y así lo ha verbalizado su presidente Guillermo Fernández Vara, la cooperación es una cuestión que llevamos como bandera, pero no como un elemento diferenciador o discriminador con otro tipo de políticas, sino todo lo contrario. Consolidamos la presencia de la cooperación de Extremadura en el resto del Estado. En la legislatura anterior hicimos un ejercicio de reconstrucción hacia la singularidad. No podíamos, ni queríamos reconstruir lo que ya existía bajo otro gobierno socialista. La construcción fue muy participada en eso que ahora todo el mundo cita como ‘cogobierno’. En 2015 ya hicimos un análisis muy riguroso a todos los sectores de la sociedad extremeña, a los que les consultamos cómo quería que fuera su cooperación. Así definimos una cooperación representativa donde cada uno de los extremeños y extremeñas se puede reconocer fácilmente.

-¿Qué balance hace de la cooperación extremeña del año que finaliza?

-Hago una valoración muy positiva aunque también dadas las dificultades del contexto, seguro que sería muy mejorable. Ha sido un año muy difícil, pues hemos tenido que poner encima de la mesa que la cooperación es una política que podía aportar a un estado de pandemia, puesto que se encarga históricamente de gestionar este tipo de emergencias en todos los países del mundo. Hemos hecho un recorrido de cuidados que era importante tener en consideración. Teníamos muchos cooperantes y cooperantas repartidos por muchos países del mundo. Lo primero que hicimos fue ubicarlos, protegerles, repatriarles, o garantizarles un sistema de salud que les diera cobertura máxima. En un tiempo récord, en una administración que ya apostaba por lo telemático, tuvimos que ser capaces de resolver todas las ayudas y convocatorias, porque justo ahora es cuando más necesarias eran. Aquí estamos sufriendo una situación extrema de dificultad, con toda la sociedad adaptándose a la ‘nueva normalidad’, pero en otros lugares del planeta esta ‘nueva normalidad’ ya se vive desde hace décadas en países donde los contagios de enfermedades como malaria, dengue, cólera, son cotidianas en esas sociedades empobrecidas. Teníamos que resolver todo en tiempo y forma para que nuestras organizaciones pudieran actuar. El balance es positivo, pero nos gustaría llegar a mucha más gente. Si al principio de la pandemia nos hubieran dicho que íbamos a ser capaces de hacer todo esto no nos lo hubiéramos creído.

-Finaliza un 2020 complejo en todos los aspectos ¿Cuál ha sido la respuesta de Aexcid a la situación de emergencia sanitaria global?

-En pleno estado de Alarma, en plena situación de parálisis administrativa, fuimos capaces de sacar una serie de convocatorias para poder trabajar la cooperación en nuestros países prioritarios, siempre con el enfoque del covid-19. Sacamos dos convocatorias grandes, por un total de 4 millones de euros, que nos permitieron hacer una política de acción humanitaria de emergencia, con inmediatez. También sacamos la convocatoria de cooperación internacional para el desarrollo orientada al covid. Extremadura fue la única región de todo el país que, en pleno estado de Alarma, sacó adelante convocatorias de cooperación. De hecho, fue uno de los temas que Guillermo Fernández Vara llevó a las comisiones interterritoriales con el presidente Sánchez, en las que se les pidió al resto de comunidades que no se olvidaran en estos momentos de la cooperación.

-¿Cuáles son las líneas fundamentales de trabajo del Plan Anual de la Cooperación Extremeña 2021?

Tenemos dos grandes líneas de trabajo. Una es la habitual y cotidiana, más administrativa, que es seguir siendo capaces de llegar a más países con más calidad y eficacia de la mano de nuestras organizaciones, fundamentándonos en el trabajo por la movilidad humana, las migraciones, la sostenibilidad o los cuidados de la vida. También tenemos que paliar las situaciones del cambio climático que afectan a muchos países del mundo, que provocan migraciones y que impactan de forma más grave en las mujeres. La segunda línea de trabajo es la actualización del marco jurídico instrumental en la cooperación extremeña. Necesitamos leyes más contemporáneas para la cooperación. El mundo ha cambiado. Las renovaciones globales, que antes tardaban un siglo, ahora suceden en un decenio. Las leyes de cooperación tienen que actualizarse. Se actualizará la Ley de Cooperación de este país y la de esta región.

-¿El III Congreso de Periodismo y Migraciones celebrado en circunstancias muy adversas qué ha significado para Aexcid?

-El Congreso de Periodismo de Migraciones forma parte ya de la identidad de la Aexcid, y no solo regional o nacional, sino también internacional. Este año hubo 5.000 inscritos siguiéndonos desde todo el mundo. El 64% nos siguió desde el continente americano. Durante tres días fuimos foco para el periodismo en muchas partes del mundo. Fue una gran medicina ante los discursos del odio. Solo con una buena pedagogía contra discursos excluyentes y filofascistas, xenófobos y racistas, en alianza con los profesionales de la información, seremos capaces de abandonar la crispación y la ruptura, y ese supremacismo de los partidos políticos nuevos. Ese es uno de los símbolos de nuestra propia identidad. Repetiremos el año que viene, sin duda.

-El marco jurídico de la cooperación va a cambiar ¿Hacia dónde va la nueva normativa?

Aunque aún es pronto, hay elementos claros: Fórmulas participativas y regladas en política de cooperación, fortalecimiento de las identidades propias de la cooperación extremeña que quiere complementar la cooperación del estado, y poner encima de la mesa nuevos instrumentos para la cooperación. Las herramientas para la cooperación son de la década de los noventa y tienen que actualizarse en esta sociedad cambiante. Tenemos que tener una ley de vanguardia, alineada con la Agenda 2030 y con las nuevas líneas de trabajo globales que marca la ONU. Ya lo hemos conseguido en el ámbito político, ahora tenemos que hacerlo en la normativa. Lo que está claro es que de las crisis se sale cooperando.