Elena Fernández (Badajoz, 1966) es profesora de Artes Plásticas desde hace más de 30 años. Y después de todo este tiempo afirma que “el trabajo que la coeducación tiene por delante es brutal”. Hoy sigue luchando por la igualdad en la escuela y en la calle, como miembro del feminista Movimiento Abolicionista de Extremadura (MAE). 

-¿Se enseña igual a niños y niñas?

-En apariencia se supone que se educa por igual a niños y niñas pero no es así. El aula no es más que un cucharón de la sopa patriarcal que existe en la sociedad, por tanto, dentro de ella se reproducen las mismas desigualdades. En el aula el sexismo sigue siendo evidente, tanto en el lenguaje como en los contenidos. 

-¿Tienen los estudiantes referentes femeninos en su currículo?

-Con suerte podemos encontrar en una página o un recuadro en un margen, de forma muy descontextualizada. También a alguna autora, pero siempre de forma anecdótica. Luego nos encontramos con que en los exámenes se suprime esta parte de los contenidos, en pruebas como la EBAU, donde solo les preguntarán por hombres y la parte masculina de la historia. Tampoco se menciona el papel de dominación que tenían los hombres sobre las mujeres. Por ejemplo, Pablo Picasso maltrató a una de sus parejas, la fotógrafa surrealista Dora Maar, gracias a la cual tenemos recogido todo el proceso de realización del cuadro que le ha hecho más famoso: El Guernica. Sin embargo, de Dora Maar poco sabemos.

-En su experiencia, ¿son útiles las charlas al alumnado para tratar temas como la menstruación o la sexualidad?

-El problema es que estas charlas suelen ser puntuales, insuficientes y, lo peor de todo, no siempre cuentan con agentes formados para ello. Otro problema añadido recientemente son las charlas impartidas por asociaciones transgeneristas, que defienden que el género es una identidad, que existen cerebros rosas y azules, lo cual va en sentido opuesto a la coeducación, aunque se venda como tal, y confunde aún más al alumnado.