Plasencia es una ciudad de servicios y el comercio es uno de sus sectores clave. El de la Zona Centro es el más representativo, pero la pandemia ha supuesto un hachazo y las tiendas no han remontado tras el estado de alarma. Lo afirma el presidente de la asociación del comercio Zona Centro, Fernando Santiago, pero basta con dar una vuelta por las calles aledañas a la plaza Mayor para comprobarlo. Aumentan los locales con carteles de liquidación por cierre y Santiago vaticina que irán a más. De hecho, cree que, si la situación no mejora, «muchos aprovecharán la campaña navideña para liquidar todo y cerrar».

Algunos no llegarán a eso porque ya han tenido que cerrar o están liquidando para hacerlo. Entre la plaza Mayor, calle del Sol, Talavera, Zapatería y San Esteban hay unos 25 establecimientos cerrados y la calle que más locales en liquidación tiene es una de las más comerciales y activas, Talavera, donde también se ubica la de Santiago. «Tenemos tres porque esto es insostenible. Estamos facturando un 20% de lo que deberíamos». Además, explica que tradicionalmente septiembre es «un mes malo, pero este está siendo peor. No se ha notado la llegada de los estudiantes, hay miedo a comprar e incertidumbre».

En su opinión, la suspensión, aplazamiento o reducción de eventos ha hecho mucho daño y a muchos sectores vinculados. Por eso, por la falta de ventas, «no hay colecciones nuevas, todo son artículos de continuidad».

Además, afirma que los precios de los alquileres de los locales no han bajado, por lo que destaca la necesidad de que el ayuntamiento placentino ponga en circulación la línea de ayudas por valor de 400.000 euros anunciada. «Aunque sea poco y nos den 300 euros, a un autónomo le permite pagar luz, teléfonos, a proveedores...» Lo peor es que «no vemos la luz al final del túnel».

Desde una tienda en liquidación, su propietaria señala que, aunque tiene edad para jubilarse, «no tenía pensado cerrar aún, pero estoy aguantando por los fabricantes, para pagar la mercancía». Asegura que las ventas han bajado «muchísimo. Yo tenía mucha gente de los pueblos y gente mayor y ahora no viene nadie».