Pocas veces se habían acumulado tantas obras pendientes de conclusión, por eso 2020 será sin duda un año de inauguraciones a troche y moche en la capital cacereña. Unas porque se retrasaron y definitivamente estarán concluidas en el ejercicio que comienza (ampliación del Centro de Artes Visuales Helga de Alvear, la Bioincubadora de empresas de la salud, o el enlace entre las urbanizaciones de Castellanos, Macondo y el Junquillo). Otras porque llegan a su fin tras largos periodos de ejecución con presupuestos millonarios (ampliación del Parque del Príncipe hasta las 30 hectáreas, o la compleja ronda Este con sus cinco rotondas y dos viaductos). Y la mayoría simplemente porque acabarán casi con seguridad en 2020.

Es el caso de la nueva estación del AVE, que transformará el antiguo recinto ferroviario. Las obras comenzaron en octubre y deberían estar a punto a principios de verano. También de la primera fase de rehabilitación de la muralla, un hito histórico que quiere completarse en primavera pese al retraso en los comienzos por la presencia de nidos de vencejos. Además se prevé el final de las obras de las once suites de Atrio en el palacio de los Paredes-Saavedra. Por otra parte, Cáceres estrenará tres nuevas calles peatonales (Ciriaco Benavente, Obispo Segura Sáez y Clemente Sánchez Ramos), hará visitables dos fuentes tan simbólicas como Concejo y la Cisterna de San Roque, y prácticamente completará la superficie de su mayor centro comercial, Ruta de la Plata, con la entrada de Mercadona y H&M.

También es previsible que se resuelvan proyectos que están en distintas fases de tramitación, referidos a la creación de nuevos parques comerciales (hay ocho en proyecto junto a Carrefour, en el antiguo matadero, el ferial o Nuevo Cáceres), la redacción del último tramo de la ronda Este para que enlace por el Sur con la carretera de Badajoz, el inicio de la reforma del Museo de Cáceres tras décadas de sonrojante espera y el desbloqueo del aeródromo.