El ayuntamiento convertirá en peatonal Parras para mejorar la accesibilidad en Alzapiernas y su entorno. La Dirección General de Accesibilidad de la Junta de Extremadura ya informó al consistorio de que la polémica reforma de esta última vía, que costó casi 450.000 euros, entrañaba serios errores que no corregían el problema de accesibilidad que presentaba la calle. Entre otros asuntos, advirtió al ayuntamiento de que el proyecto ejecutado incumple la orden VIV/561/2010, de 1 de febrero, por la que se desarrolla el documento técnico de condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación para el acceso y utilización de los espacios públicos urbanizados.

Obligaba así al gobierno local a volver a intervenir en la misma para adaptarla a la normativa, con la amenaza de sancionarlo con hasta 300.000 euros en caso de que no se ejecutara. Este informe del Ejecutivo autonómico se llevó a cabo tras recibir la denuncia de un cacereño, discapacitado visual, que alertaba de los problemas de accesibilidad que presentaba Alzapiernas tras la obra.

El ayuntamiento pidió entonces asesoramiento sobre cómo actuar en la calle y su entorno (Sánchez Varona, Zurbarán, San José y Parras) a la Oficina Técnica de Accesibilidad de Extremadura (Otaex), también dependiente de la Junta. Tras visitar los técnicos la zona confirmaron los errores tanto en Alzapiernas (pendientes con una elevación superior a la permitida, falta de barandillas y ancho insuficiente de la escalera mecánica), como en Sánchez Varona y Zurbarán (en realidad la obra de Alzapiernas conllevó también la reforma de estas otras dos calles para mejorar también su accesibilidad). En estas últimas las pendientes también son muy elevadas, entre otros problemas a corregir.

El consistorio asumió entonces la necesidad de volver a retocar este espacio para adaptarlo, en la medida de lo posible, a la ley de accesibilidad universal. Pero siempre con una premisa clara: Alzapiernas no se volvería a levantar, sobre todo por no castigar más al comercio de esta zona, que sufrió casi un año de obras. Tras estudiar las diferentes alternativas el ayuntamiento ha decidido no tocar la calle pero sí mejorar la accesibilidad del entorno, con el objetivo de facilitar un recorrido accesible alternativo a Alzapiernas. Convertirá así Parras en peatonal haciéndola plataforma única (como la calle San Pedro de Alcántara). De esta forma facilita el acceso a personas con movilidad reducida o en silla de ruedas, ya que actualmente, por el ancho que tienen las aceras, resulta imposible transitar por esa calle sin tener que bajar a la calzada (con el problema de que tiene bordillos, con la plataforma única se eliminarán).

«Tenemos un informe que nos dice cómo tenemos que intervenir y una de las opciones alternativas a volver a levantar la calle es la de hacer plataforma única la calle Parras; así daremos una solución de accesibilidad al entorno de Alzapiernas. Trabajamos en eso, pero tenemos que entender la situación que estamos viviendo», informa el ayuntamiento a este diario. La actuación no será a corto plazo, aunque no se confirman fechas. «Hay cosas que van a tardar un poco más en hacerse de lo que nos gustaría, pero uno de los grandes objetivos de este equipo de gobierno es la accesibilidad en la ciudad y seguiremos trabajando para dar la mejor solución a este problema», apunta el consistorio.

Ya ha comunicado su decisión al comercio, en una reunión que mantuvo con la Asociación de Comerciantes de Cáceres (Aeca). Pero los empresarios de Obispo Galarza la rechazan. No quieren que Parras se cierre al tráfico porque daña a sus negocios. Lo han comprobado durante esta crisis sanitaria, cuando se ha mantenido cortada al tráfico la calle con el objetivo de permitir que el peatón tuviera más espacio para garantizar la distancia de seguridad.

El pasado mes de julio ya llevaron a cabo una manifestación para exigir que se abriera porque acusaban pérdidas de más del 60%. «No estamos de acuerdo, la gente en Cáceres va a todos lados en coche, por aquí, si no les dejan circular, no vienen. ¿Qué quieren, cargarse al comercio?», protesta el presidente de la asociación de comerciantes Obispo Galarza, Manuel Méndez. Y advierte que el cierre al tráfico perjudicará a también a Moret y Pintores.

Esta semana además la obra de Alzapiernas ha vuelto a la actualidad después de que la comisión de Hacienda aprobara destinar 62.648 euros para conseguir la certificación final de la obra. Con esto habrá costado a las arcas municipales más de medio millón de euros.