La plaza Mayor estará libre de coches, pero solo durante el verano. El portavoz de Radio Taxi, Vicente Mendoza, aseguró a este diario que el ayuntamiento se ha puesto en contacto con ellos para comunicarles que sigue en pie la decisión de permitirles acceder desde Gran Vía hasta el Arco de la Estrella, pero deberán esperar hasta después del verano, cuando el gobierno tiene pensado mantener una reunión con los taxistas y tomar la decisión definitiva. La alcaldesa, Elena Nevado, fue clara: "No nos oponemos a que crucen esos 50 metros, es absurdo. Otra cosa es que crucen la plaza", dijo.

Los vecinos, por su parte, son taxativos en este tema y aseguran que no van a permitir que el gobierno permita el acceso de los coches en la ciudad monumental. "Es una incongruencia, llevamos años solicitando la peatonalización del casco antiguo, ¿cómo vamos a permitir que accedan los taxis?", indicaron desde el colectivo vecinal Ciudad Monumental, que dejaron claro que se trata de una postura que han mantenido siempre. "Siempre hemos dicho sí a la peatonalización, a la restricción del tráfico y a la reordenación de aparcamientos", explicaron. E incidieron en que no son contrarios a que se permita el acceso de los residentes y de la carga y descarga.

ASAMBLEA En cualquier caso, el principal punto de discordia son los cincuenta metros entre Gran Vía y Arco de la Estrella. Los vecinos aseguran que si el ayuntamiento permite la entrada al sector, convocarán una asamblea general para estudiar iniciar movilizaciones.

Tras la reforma, el gobierno socialista prohibió el acceso de los taxis y trasladó la parada a Gran Vía. De tal manera que, por ahora, la única manera de entrar a la plaza es desde Las Claras, por la Puerta de Mérida. Pero esto, más que una medida para avanzar se ha convertido en el punto de la discordia.

Los taxistas dicen que así se empeora el servicio y piden, al menos, poder circular desde la calle Gran Vía --donde se encuentra la parada-- hasta el Arco de la Estrella, un tramo que no supera los cincuenta metros. "No permitirnos acceder a la plaza es empeorar el servicio y ofrecerles un servicio cada vez más deficitario a los turistas. Además de que con las vueltas que tenemos que dar supone un incremento en el coste para el cliente. De esto dependen muchas familias y en muchos casos ya se ha hablado de reducir plantilla", explicó a este diario el portavoz del colectivo de Radio Taxi, Vicente Mendoza.

Se refiere a que, por ejemplo, si un cliente pide un taxi para la plaza de Santa Clara, éste debería dar la vuelta desde Gran Vía --donde se ubica la nueva parada-- para llegar a Pizarro, Las Claras y Puerta de Mérida y desde ahí llegar a Santa María. "Toda esta vuelta dobla el tiempo y el coste", añadió.