El palacio de la Isla o la torre de Bujaco. Son algunos de los edificios municipales que demandados para su utilización en eventos privados y por tanto susceptibles de formar parte del catálogo en el que trabaja el Ayuntamiento de Cáceres para rentabilizar el uso de los edificios municipales mediante su utilización como espacios privados de forma puntual.

La medida para rentabilizar el uso de espacios de titularidad municipal se puso sobre la mesa el pasado mes de julio dentro de un plan para sanear las arcas municipales. Los servicios técnicos trabajan desde entonces en un informe para inventariar los edificios municipales que se encuentran vacíos o que por su finalidad son susceptibles de alquilarse puntualmente, con el fin de definir cuáles serán susceptibles de alquilarse. Será ese informe el que determine los que podrán ponerse a disposición de los ciudadanos. Hasta ahora no existe un listado de aquellos que se encuentran vacíos y en las condiciones adecuadas para llevar a cabo actividades en su interior.

El informe establecerá igualmente las tasas a pagar según el inmueble en función del baremo que se defina para cada espacio, del mismo modo que ya hacen otras administraciones, como la diputación, con edificios como el complejo cultural San Francisco (hay una tasa establecida para cada uno de los espacios, si se quiere celebrar allí un evento en sábado, domingo o festivo) y baraja hacer con otros espacios como los jardines del Museo Pedrilla.

PARA EVENTOS PRIVADOS La finalidad del catálogo en el que se trabaja es que los edificios puedan estar a disposición de cualquier ciudadano que lo solicite para llevar a cabo un eventos privado. Eso supondría, por ejemplo, que habrá que pagar para celebrar bodas en el Palacio de la Isla, del mismo modo que ya se hace con la celebración de eventos de este tipo en el Teatro Romano de Mérida --titularidad de la Junta de Extremadura--, donde los usuarios que desean llevar a cabo allí su enlace matrimonial tienen que pagar una tasa.

La alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado, fue la primera de una capital extremeña en plantear el alquiler de espacios públicos. Ni Mérida no Badajoz han puesto en marcha acciones para rentabilizar su patrimonio en eventos privados.

En el catálogo que se trabaja no está previsto incluir, a priori, espacios como las casas de cultura o las sedes vecinales, que de esa forma seguirán estando a disposición de los ciudadanos sin necesidad de abonar tasa alguna. La medida del alquiler está destinada a los eventos privados que se desarrollen en los edificios públicos que finalmente se incluyan en ese catálogo, entre los que habrá algunos del centro histórico de la ciudad.