El profesor cacereño Antonio Sánchez Buenadicha presentó ayer en la feria del libro su obra A Berkeley le gustaba el whisky y a Descartes... , una publicación en la que se aborda la filosofía en clave de humor. El propio autor, profesor, escritor y articulista de EL PERIODICO EXTREMADURA, lo define como "un libro sobre temas filosóficos y sobre filósofos concretos escrito con ironía y buen humor, incluso con sarcasmo en algunas ocasiones".

Aunque dice ser consciente de que quizás habrá quienes lo consideren "superficial", él advierte que nunca ha pretendido hacer un libro de investigación filosófica, sino una obra con la que "hacer asequible a todos los filósofos y los temas filosóficos".

La idea de esta publicación que ayer vio la luz surgió, recuerda Sánchez Buenadicha, "de una serie de artículos que escribí para leerlos en las reuniones de los compañeros y reirnos un rato; gustaron y me animaron a recopilarlos en un libro". Después de un año de trabajo, aquella idea se ha hecho realidad en 175 páginas que Buenadicha dirige a todo el público, "aunque en especial a mis compañeros profesores de Filosofía para que dejen de una vez esa reverencia hacia los grandes filósofos, pues también los podemos criticar y reirnos de ellos y con ellos".

VALORACION El humor es clave en las páginas de este libro, y también estuvo presente ayer en la intervención que su autor hizo en la presentación, que despertó las sonrisas y, en ocasiones las tímidas carcajadas de los presentes. "No es un libro de chistes. Es un humor que hace pensar". Esta valoración que Buenadicha hace de su obra la comparten los dos catedráticos de Filosofía que ayer le acompañaron en la presentación, Juan Verde Asorey y Esteban Cortijo.

Verde Asorey aseguró que es importante relacionar la afición al saber con el humor, "y ésto es lo que hace nuestro compañero en este libro que, además, nos hace disfrutar pensando"; y mostró la intención del autor, "que no es otra que desacralizar a los ídolos y demostrar que se puede reír uno de ellos y con ellos". Y aludió a la filosofía de Luciano de Crecenzo, cuando dice que Apolo le dio el siguiente mensaje: "ríe y haz muchedumbre gruesa y culta", para señalar seguidamente: "los flacuchos no pueden disfrutar", en clara referencia al físico de su autor.

Por su parte, Esteban Cortijo calificó el libro como "un mosaico de ideas, de humor y cierta ironía". En él, añadió, "su autor se ríe un poco de todo, pero en el fondo es un pozo de sugerencias para el lector, que se sentirá cómodo con su lectura y se verá impulsado a otras lecturas".