Los cacereños, sobre todo jóvenes, respondieron con creces a la llamada por Malawi que había hecho la Universidad Laboral. El festival benéfico que acogió la plaza de toros había vendido a las 20.30 en taquilla 1.500 entradas y se esperaba aumentar la cifra a lo largo de la noche. Toda la recaudación se destinará a financiar la construcción de cuatro aulas escolares en la aldea africana de Chitsulo (Malawi), esquilmada por el sida y donde casi nadie vive más de 37 años, por lo que el 71% de sus 400 habitantes son niños huérfanos.

Gran parte del mérito fue de los diez grupos musicales que se sumaron desinteresadamente a la iniciativa, en algunos casos incluso rechazando otros compromisos, como Los Niños de los Ojos Rojos. Actuaron Tangran, Maggot Brain, Spanglish, Son de Secano, Bangladesh, Xöia Mai, Funkestein, El gitano, la cabra y la trompeta y La Bruja Roja.

En total fueron ocho horas de música y buen ambiente --al cierre de esta edición, no se habían producido indicentes-- que casi desbordaron a la organización. "Estamos un poco sorprendidos del éxito y la cantidad de gente que se ha movilizado. La respuesta ha sido fantástica", valoró José María Alegre, director de la Universidad Popular. Hasta hoy no se conocerá la cantidad recaudada. El proyecto necesitaba 18.000 euros, de los que ya se habían logrado recaudar 14.000. Anoche, casi con toda seguridad, lo consiguieron con creces.