A principios de año dará comienzo la campaña municipal de limpieza de graffitis tanto en el centro histórico como en todos los barrios de la ciudad. Así lo anunció ayer el concejal de Mantenimiento, Miguel López, quien matizó que aunque el proyecto parte de su concejalía, los trabajos los desarrollará Conyser sin coste adicional para el gobierno puesto que, según recalcó, se trata de una obligación de la concesionaria. En este sentido, el edil comentó que está revisando los pliegos de condiciones "para que se cumplan escrupulosamente" y dijo que ya ha solicitado a la empresa una relación detallada de su programación diaria de trabajo para poder iniciar la campaña "cuanto antes".

Miguel López explicó que la limpieza se desarrollará en edificios públicos y privados. Insistió, eso sí, en que en el caso de las fincas privadas debe solicitarse primero permiso a la comunidad de propietarios para poder actuar, un trámite que también se realizará. El concejal añadió que se efectuará un seguimiento semanal para tratar de conseguir la mayor limpieza posible.

Las pintadas se han convertido en uno de los caballos de batalla a los que deben hacer frente tanto el gobierno como los comerciantes. El primero, es decir, el ayuntamiento, redactó y aprobó durante la pasada legislatura la ordenanza municipal reguladora de la convivencia ciudadana y de la protección del entorno urbano. El aspecto novedoso de esta ley es que contempla multas de 750 a 3.000 euros "a quienes protagonicen conductas que supongan una agresión a los bienes e instalaciones públicas de la ciudad y sus pedanías".

Respecto a los comerciantes, los daños son elevados. De hecho la Oficina del Area de Rehabilitación Integral del Ayuntamiento de Cáceres (ARI) preparó en el 2002 un informe jurídico donde detallaba los graves daños que causan los graffiteros en las fachadas el casco histórico, muchos de ellos protegidos por el Plan Especial. Ese año desde la oficina se cifraba en más de 160 los inmuebles afectados por las pintadas. En cuanto a los daños, podrían superar los 72.000 euros, ya que el proceso para eliminar los graffiti es muy costodos. Uno de ellos es una fibra de vidrio que se proyecta con una pistola y que es muy caro.

PANELES Por otro lado, el ayuntamiento también prevé la colocación de paneles en el paseo de Cánovas para que los ciudadanos puedan colocar en ellos publicidades relativas a ventas o alquileres de coches, por ejemplo. Es la llamada publicidad en la calle y el objetivo es liberarla de farolas, cabinas telefónicas o paradas del autobús. La medida también se pondrá en marcha a principios de año.