Los podadores han llegado al centro de la ciudad, donde permanecerán hasta aproximadamente el mes de abril. La campaña, que inició el Ayuntamiento de Cáceres en octubre pasado, ha recorrido ya las pedanías de Rincón de Ballesteros, Valdesalor y la Estación de Arroyo Malpartida y también las barriadas de Aldea Moret y San Marquino, según indicó a este periódico el concejal del área de Parques y Jardines, Joaquín Rumbo.

La campaña, que suele realizarse una vez al año, también ha pasado por la avenida de España y algunas parcelas municipales. Durante estos días desarrolla sus trabajos por la calle Maluquer, León Leal, Ronda del Carmen, Reyes Huertas y las avenidas de Cervantes y de la Montaña.

El concejal indicó que la campaña la desarrolla una sección compuesta por 25 personas, entre los que se cuentan 15 podadores, 1 encargado y personal de apoyo que se encarga de colocar la señalización y cargar en los camiones las ramas que se quitan de los árboles.

Rumbo recordó que la brigada la forma personal del ayuntamiento y que los trabajos se desarrollan en la mitad de los jardines de la ciudad, que es aproximadamente la superficie verde que gestiona el consistorio puesto que el resto está concesionada a Canal de Isabel II, empresa que se encarga de podar el área que le corresponde.

PROFESIONAL El concejal definió al actual equipo de podadores como "uno de los mejor preparados de España", tanto en profesionalidad como en materiales que utiliza. El sistema de poda más común es la trepa, resulta el más efectivo y, bien utilizado, es el más seguro. El trabajador, con un método muy parecido a la escalada, se sube al árbol y desde arriba va podando con una motosierra.

Los sistemas de seguridad utilizados para evitar las caídas son arnés, cuerdas y eslingas. Pero, además, el podador va provisto de botas de seguridad, pantalones y chaqueta anticortes con fibras (hacen que la motosierra se pare si se clava en la ropa), gafas, casco, guantes e incluso un protector auditivo.

Lo usual es que el podador suba hasta la primera horquilla del árbol y de ahí vaya escalando. Provisto de cuerdas y eslingas siempre cuenta con dos puntos de sujeción, que evitarán una caída. Las motosierras también van atadas.

La campaña de poda contempla el desmoche de más de 10.000 árboles. La labor de los operarios se centra, fundamentalmente, en reducciones de copas y refaldado, técnica por la que se retiran las ramas más bajas para evitar molestias.