¿Volverá el Carnaval a resurgir en Cáceres? Pregunta complicada donde las haya. Hay quienes lo han dado ya por muerto hace unos años, pero hay quien se resiste a ello. Se estima que el cénit se alcanzó entre 1986 y el 1996, cunado la ciudad vivió unos esplendorosos años, que después han caído en el decaimiento por muchas y variadas razones. Entre ellas hay quien dice que va intrínseco el carácter del cacereño, todo un topicazo por estos lares.

Marisa Iglesias es una de esas personas que, con abnegación, pero con optimismo, intenta revitalizar la fiesta pagana por excelencia en la ciudad. Perteneció a El Jaleo, uno de los grupos más clásicos del Carnaval local. "Me dicen que soy muy cabezona", dice sin rubor en su discurso catovi . A finales de febrero del pasado año, creó una página en la red social Tuenti. Ahora, a través de Twitter, ha vuelto a propulsar la iniciativa: ella y un grupo de gente está alentando al resurgir. ¿Podrán lograrlo? Hay dudas. Las mismas que esperanza.

"De momento, parece que la gente va respondiendo, pero hasta el día 9 no se verá en realidad si se tiene éxito", asegura Iglesias. En efecto: para el sábado ha propuesto una quedada entre todos los cacereños que quieran. Será a modo de concentración en el Bombo de Cánovas a partir de las 20.00 horas. De allí partirá un desfile hasta la plaza Mayor, donde se repetirá la concentración. ¿Qué ocurrirá? Todo un proverbial misterio que se resolverá justamente pasado mañana.

"El cacereño es muy de modas. Nos ha ocurrido con muchas cosas, como el baloncesto", dice la protagonista de este compromiso personalísimo de intentar levantar una fiesta que se vivió muy intensamente en la ciudad extremeña. En efecto: los más jóvenes del lugar no podrán recordarlo, pero Cáceres fue muy carnavalera . Sin disputarle nunca la hegemonía a Badajoz o a Navalmoral, el festejo tuvo muchísimo éxito en la calle, con el centro neurálgico instalado en la plaza Mayor.

Aquellos tiempos

"Aquello fue tremendo. La gente disfrutó un montón, nos lo pasamos muy bien y había una animación extraordinaria". Rafa , como su amigo cuarentañero Julián , rememoran esos momentos, para muchos de esa generación casi mágicos, indisimuladamente casi tumultuosos y con el centro de la ciudad petado de disfraces, a cual más llamativo. En el Carnaval de Cáceres de finales de los 80 y en la primera parte de los 90 lo importante era ponerse cualquier cosa que equivaliera a un disfraz. Sin alardes. Sin alharacas, pero disfrazados.

"Sí, tengo mucha envidia, pero no solamente de Badajoz o Navalmoral, sino de poblaciones cercanas y pequeñas como Malpartida o el Casar, que la gente se disfraza". Marisa Iglesias habla del culto inexcusable al modismo que exhibe casi siempre el perfil del cacereño, pero al mismo tiempo ella tiene la esperanza de que su desinteresado trabajo tenga eco. "Todos hemos visto que en Horteralia o en Hallowen la gente tiene ganas de disfrazarse", recuerda a modo de ejemplo... y de añoranza.

La impulsora de la revitalización considera que la eliminación del Martes festivo hizo que la celebración sufriera un parón decisivo. Ahora esperan que, en sucesivos años, se vuelva a vivir muy intensamente el festejo.

"La Bellota, Los Carrillones, Amigos del Carnaval, Grupo Ceres, Los Arapajoes, Pregoneros del Carnaval, Arco Iris, Perdijerismo Ilustrado, Los Arrascones, Los Retoños, Sabor Mangurrino o El Jaleo. Algunos, como Amigos del Carnaval, enseguida quedaron atrás. Otros siguieron animando la fiesta unos años más. Pero solo Sabor Mangurrino o Los Retoños siguieron hacia adelante", se recordaba en una información de hace un par de semanas en este diario. En los próximos días, las respuestas.