Cáceres contará desde este año con sus primeros baños árabes, un servicio que se extiende por otras ciudades históricas para complementar la oferta turística, con un éxito considerable de público. Dos socios cordobeses, Rafael García y Francisco Valle, han adquirido un inmueble junto a la plaza de la Audiencia que albergará las piscinas y las estancias para masajes, con una inversión de unos 360.000 euros (60 millones de pesetas). Las obras están casi ultimadas y si los trámites administrativos marchan según lo previsto, los baños podrían estar abiertos en el curso de este mismo año.

Los promotores pusieron su mirada y sus esfuerzos en la capital cacereña porque detectaron que ofrece pocos servicios de este tipo al turista. "Llama la atención que no exista ninguna casa de baños pese al encanto y las referencias históricas de la ciudad. Son recintos que promocionan bastante un municipio", explican. De hecho, los baños árabes han tenido una excepcional acogida en otras ciudades como Córdoba o Granada, donde la afluencia de público es continua durante todo el año, y hay nuevos proyectos en marcha en varias capitales españolas.

Pero los baños cacereños también estarán enfocados al propio ciudadano, "para que encuentre un lugar donde relajarse y olvidar sus ocupaciones", indican.

Las piscinas y la estructura central del recinto, con elementos y ornamentación árabe, ya están ultimadas y sólo faltan algunos trabajos de ebanistería, remates, mobiliario, y arreglo de la fachada. El inmueble se sitúa en el número 5 de la calle Peñas, un lugar escogido por los promotores a raíz de su ubicación en pleno casco viejo cacereño.

¿COMO SON? Los baños árabes consisten en circuitos termales de aproximadamente hora y media a través de piscinas con agua a distinta temperatura. El cambio favorece la apertura de los poros corporales, la activación del sistema circulatorio, la eliminación de toxinas y un mayor bienestar para el usuario, que suele convertirse en cliente fiel de este tipo de servicios de relax tras una primera experiencia. Generalmente constan de varias piscinas: las hay de agua fría a 10-12 grados; también de agua templada a 32 grados, o bien de agua caliente a 38-40 grados.

Las sesiones, siempre en un ambiente tranquilo con música ambiental que favorece el descanso, se completan con masajes de entre 15 y 20 minutos por parte de profesionales que ayudan a conseguir los efectos deseados sobre los músculos y la piel. Los recintos dedicados a baños árabes suelen establecer entradas por turnos, y en Cáceres serán de 16-18 personas.

SUS ORIGENES Pese a la idea general de barbarie, miseria y suciedad que suele acompañar a la Edad Media, fue en esa época, desde la caída del Imperio Romano hasta el descubrimiento de América, cuando los árabes extendieron por la península sus baños y su cultura de la imagen, la salud y la belleza. Hoy día, estas termas urbanas se han convertido en una de las ofertas más atractivas de ocio y relax, un sector que gana clientes progresivamente, junto con los balnearios, las saunas y otras variedades como los baños en fango o la denominada talasoterapia.

Los baños árabes tienen un origen elitista y noble. En muchas ocasiones eran utilizados por los gobernantes musulmanes para suavizar las diferencias entre las distintas partes de una negociación y facilitar la firma de un acuerdo, aunque algunos baños también estaban destinados en la antigüedad a un público más humilde y de menores posibilidades económicas. Fueron muy numerosos en las ciudades donde los árabes tuvieron una presencia destacada.