El Juzgado de lo Penal instruye las diligencias del último caso de expolio ocurrido en la provincia. Los hechos sucedieron el pasado 23 de febrero en la concatedral de Santa María, de donde fue sustraído un cáliz bañado en oro --propiedad del deán de la concatedral, José Antonio Fuentes-- poco antes de comenzar la misa de una. La policía lo localizó en perfecto estado en mayo, en el domicilio de un profesor que manifestó que su objetivo era quedárselo como recuerdo por ser un gran aficionado al arte. Del caso se hizo cargo el Juzgado de Instrucción número 1 que, tras los trámites oportunos, lo remitió al Juzgado de lo Penal.