El campo de vuelo de La Cervera parece tener los días contados. Eso es al menos lo que temen sus últimos inquilinos. Unos pocos apasionados del vuelo con ultraligero que ven que si se confirma la ubicación prevista para el Aeropuerto Internacional de Cáceres --a la altura de Aldea del Cano, en la horquilla que hay entre la actual A-66 y la futura autovía Cáceres-Badajoz--, La Cervera está condenado a desaparecer como campo de vuelo porque queda dentro de la zona de control del aeropuerto.

Joaquín Guerra, presidente de la Asociación de Aviación Experimental (AAE), dice que "si se hace el aeropuerto en la ubicación prevista estaría a 5 kilómetros de aquí, y los ultraligeros --aviones hasta 450 kilos de peso-- no pueden volar en la zona de control de un aeropuerto". Los dueños de avionetas sí podrían volar desde el aeropuerto, "pero es una filosofía completamente distinta a volar desde un aeródromo", dice Guerra, que señala los gastos y la burocracia que conlleva volar desde un aeropuerto.

Desde la AAE se quejan de que es lamentable que habiendo en Extremadura unas condiciones excelentes para prácticas deportivas como el vuelo sin motor, no haya un aeródromo desde el que practicarlo. Están convencidos de que eso atraería aficionados a la aeronáutica de toda Europa que acudirían a volar a Extremadura igual que lo hacen ahora a aeródromos de Segovia o Albacete, que no tienen las mismas condiciones que aquí.

Sobre la posibilidad de que el anunciado proyecto de un aeródromo en Monroy, a unos 20 kilómetros de Cáceres, pueda suplir las actuales carencias, Guerra se muestra prudente: "lo promueve una empresa privada y no sabemos qué intenciones tiene".

JORNADAS DE FORMACION La Asociación de Aviación Experimental (AAE) ha llevado a cabo este fin de semana en La Cervera un curso de formación para sus socios orientado a la instalación, puesta a punto y mantenimiento de motores de avión. Como explica Celso Mesón, monitor del curso, "la asociación imparte regularmente jornadas de formación en distintos aspectos de la construcción del avión. Los que tienen más experiencia ponen al servicio de los demás sus conocimientos".

La sede de la AAE está en Cáceres, tiene socios repartidos por toda España y algunos incluso en Francia e Inglaterra. Su objetivo es que los socios se ayuden entre sí en el sueño de construir su propio avión. Es la única de este tipo en España y forma parte de una federación internacional.

Y no es una afición tan cara como puede parecer. "Un avión muy simple se puede hacer a partir de 300.000 pesetas", asegura Mesón.