"Con la electroestimulación, y con un entrenador personal, se consiguen resultados más rápidos", afirma Camilo Lopera, que dirige el centro Electrobody, en la calle Gil Cordero. Pensado para personas "que quieran ponerse físicamente bien sin necesidad de pasar por el quirófano y, generalmente, con poco tiempo libre", Camilo la califica como un deporte "pero con una máquina, un chaleco a base de electrodos y diferentes programas, como tonificación o pérdida de peso, donde se puede trabajar a la vez todos los grupos musculares".

Con centros en cada punto de la geografía española, no hay un prototipo de cliente. "Aquí vienen desde chavales con 23 años hasta una señora de 88, que quiere mejorar su elasticidad", asegura Camilo, que ofrece los pormenores de este entrenamiento. "Las sesiones duran 25 minutos, con un máximo de dos por semana y se pierden, en cada una, alrededor de 2.500 calorías". Enfatiza, eso sí, la necesidad de descansar el músculo. "No se debe practicar otro ejercicio ni el mismo día de la electroestimulación ni el día después, porque puedes tener agujetas", advierte. "Un entrenamiento aquí equivale a una semana de gimnasio", compara Camilo, quien también informa de los precios. "Cuatro sesiones son 99 euros, pero hay promociones".