La denuncia porque no cumple la normativa de accesibilidad no es la única a la que se enfrenta el ayuntamiento por la obra de la calle Alzapiernas. Los comerciantes también reclaman los daños que les ocasionaron los trabajos. En concreto uno de ellos prepara una demanda judicial para exigir que compense las pérdidas. Se trata del propietario de La Esencia, a quien el ayuntamiento obligó a cerrar su negocio durante casi dos meses. En estos momentos está reuniendo toda la documentación para poder justificar y cuantificar lo que dejó de ganar durante ese periodo.

No es el único, otros negocios también reclaman los daños que han sufrido las fachadas de sus establecimientos por los trabajos. Es el caso de la tienda de productos ibéricos La Esencia Extremeña, que presenta los rótulos destrozados, o la ferretería Mateos Rebollo, que también sufrió desperfectos durante la obra.

El resto de comerciantes tambén había reclamado al ayuntamiento que compensara las pérdidas que les ocasionó la actuación (la calle ha sufrido muchos retrasos y ha estado nueve meses en obras). En cambio, tras analizarlo, el ayuntamiento ya anunció que no encontraba una vía legal para poder compensarles económicamente. Lo que sí intentará, según anunció ya el consistorio, será potenciar la calle mediante la realización de actividades en el entorno, que ayuden a que tenga mayor afluencia de clientes. Por el momento no se han materializado estas actuaciones.