El juzgado admite a trámite la denuncia presentada contra el Servicio Extremeño de Salud (SES) por una familia de la localidad cacereña de Garrovillas de Alconétar porque se negaron a tratar a su padre en el hospital San Pedro de Alcántara, tras contagiarse de coronavirus, y falleció. Tal y como indica su abogada, Polonia Castellanos, se iniciaron los trámites legales porque creen que «se aceleró su muerte de forma artificial y se le practicó una eutanasia». El fallecido tenía 89 años y vivía en la residencia de este municipio cacereño, uno de los principales focos de esta crisis sanitaria, donde ha fallecido un tercio de los residentes.

Cuando los mayores comenzaron a infectarse en este centro el SES y la residencia decidieron trasladar a los enfermos que presentaban síntomas más acusados a la hospedería del pueblo, entre ellos a este anciano. El establecimiento turístico, tal y como ellos han denunciado, no contaba con los servicios asistenciales necesarios para atender a los enfermos. De hecho esto ha llevado a los familiares de los fallecidos a unirse para presentar otra denuncia por omisión del deber de socorro, retraso en el diagnóstico y por no trasladarlos al hospital.

A casi todos los trataron allí y fallecieron en la hospedería. Sin embargo, en el caso de este anciano, gracias a la insistencia de su familia, consiguieron que fuera derivado al hospital San Pedro de Alcántara, donde le diagnosticaron una neumonía y una insuficiencia renal. En un principio su evolución fue buena por lo que los especialistas decidieron llevarlo al Nuestra Señora de la Montaña. A partir de aquí comenzó el calvario.

A los días los médicos llamaron a la familia para comunicarles que su padre había empeorado y que había entrado en coma. Exigieron entonces que se le derivara al San Pedro de Alcántara. Lo valoró un internista al que su familia sugirió que a lo mejor necesitaba ingresar en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), pero los intensivistas se negaron por protocolo. «Había camas en la UCI y no le querían dar una. Uno tendrá la edad que tenga pero sigues siendo una persona hasta que falleces», insiste la abogada de la familia, Polonia Castellanos.

Ante esta situación volvieron a trasladar al paciente al Nuestra Señora de la Montaña. Entonces la letrada solicitó al juzgado que interpusiese medidas cautelares para lograr que el anciano pudiera tener acceso a un tratamiento. Falleció antes de que el juzgado actuara. «No llegamos a entender las circunstancias de este fallecimiento. Además de haber estado solo se le han denegado los tratamientos, pensamos que se le ha practicado una eutanasia», insiste Castellanos. Han solicitado ahora al juez que proporcione todo el historial clínico para interponer acciones legales. Este diario preguntó ayer por este asunto a la Junta de Extremadura, pero no recibió respuesta.