TTtras la Asamblea de la Agrupación Local del PSOE, celebrada el pasado 15 de septiembre, en la que se votaron los candidatos para el Congreso y el Senado, han aparecido algunas noticias en diversos medios de comunicación que interpretan los resultados en función de un supuesto choque de fuerzas entre un grupo liderado por sindicalistas afines a la FSP-UGT y otro grupo liderado por la exalcaldesa Carmen Heras. Estas interpretaciones abundan, creemos que intencionadamente, en otras que circulan desde las municipales del 22 de mayo.

Los firmantes --que pertenecemos a tres generaciones diferentes y, en ese sentido, sabemos que representamos a muchos compañeros que hay detrás-- entendemos que ha llegado el momento de aclarar algunas cosas. En primer lugar, es importante dejar claro que en la Asamblea votaron 122 de los 556 militantes del PSOE cacereño, es decir, un triste 22%; de hecho, el candidato que más apoyos logró tan sólo alcanzó el respaldo del 9% de la militancia.

Esto, por un lado, hace cuanto menos aventurado proponer una lectura de cualquier decisión de la Asamblea en términos de medición de fuerzas y, por otro, indica el grado de desinterés del 78% de los militantes de Cáceres ante una Asamblea en la que importaba poco lo que se dilucidara, puesto que la decisión final será tomada en su momento por los órganos superiores del partido.

Más allá de la irrelevancia de los resultados, lo único cierto, que puede ser rescatable del relato que se viene imponiendo, es la existencia, efectivamente, de un grupo organizado de militantes en el seno de la Agrupación Local, provenientes del sindicato FSP-UGT, que parece tener una clara estrategia, desde hace mucho tiempo, para hacerse con el control del partido en la localidad. Alrededor de ellos se han reunido algunos veteranos militantes que han tenido amplísimas responsabilidades orgánicas e institucionales, en algunos casos durante décadas. Estas estrategias, en torno a la lucha por el poder interno, basadas en viejos usos y en la filosofía del quítate tú para ponerme yo , no parece que sea lo que están demandando los ciudadanos.

El resto de la militancia del PSOE cacereño, una amplísima mayoría, creemos imprescindible que se produzca una catarsis colectiva que marque un antes y un después en una agrupación que, evidentemente, ha dejado de representar a los ciudadanos y a los socialistas de Cáceres. Exigimos una renovación completa: de rostros, de formas, de usos democráticos. Una renovación que implique el respeto por una militancia a la que hay que involucrar en la vida del partido; y, sobre todo, exigimos una renovación de la gestión política mirando a la ciudadanía más que a las batallas por el poder interno.

Para terminar, nos gustaría hacer saber, a todos los militantes y simpatizantes del partido en Cáceres, que somos muchos los socialistas que estamos ilusionados por emprender un profundo proceso de renovación. Y, lo que es más importante, nos gustaría que supieran que necesitamos la ayuda de todos aquellos que piensan, como nosotros, que eso es lo que hace falta para que el PSOE siga siendo útil a la sociedad.

*Este artículo lo firman igualmente Eulalia Lobato García y Enrique Pérez Romero, que también son militantes del Partido Socialista de Cáceres.