La diputación ha encargado un informe para evaluar el estado del hospital Nuestra Señora de la Montaña y conocer sus deficiencias. Es la primera decisión que ha tomado la comisión que se encargará de debatir sobre su futuro, que fue constituida hace un mes. El resultado de dicho informe será vinculante en la decisión sobre la utilidad que se dará al edificio una vez que pase definitivamente a manos de la diputación (administración propietaria). Será cuando se quede del todo vacío.

A día de hoy solo quedan en el inmueble la hospitalización de Geriatría y Psiquiatría, que se trasladarán al hospital San Pedro de Alcántara cuando se terminen las obras para adaptar estas instalaciones a dichos servicios (las de Geriatría ya están en marcha pero las de Psiquiatría aún no han comenzado). Además de la Unidad del Dolor y algunas consultas de Medicina Interna, Alergología y electrocardiogramas. A pesar de que todavía tiene actividad, los pasillos del hospital están casi vacíos, con habitaciones y quirófanos desmantelados y mucha oscuridad.

«En esa comisión se encargó al área de infraestructuras un informe para conocer la situación estructural y arquitectónica del edificio, que tiene 126 años. Ha tenido un mantenimiento porque desde 1991 pasó a pertenecer al Insalud y después al Servicio Extremeño de Salud pero necesitamos saber cómo se encuentra», avanzó ayer la presidenta el funciones de la institución provincial, Rosario Cordero. Aún no se conoce ningún detalle sobre dicho estudio, aunque sí está claro que el inmueble presenta problemas arquitectónicos; el objetivo es conocer cuál es su gravedad.

La comisión la forman los tres partidos políticos con representación en la institución (PSOE, PP y Cs, que serán los mismos que estén en la próxima legislatura) y el ayuntamiento. Hasta el momento la diputación ha recibido cuatro propuestas. Una de ellas es la construcción, en este edificio, de una residencia de ancianos de titularidad pública, petición que parte de la Agrupación de Asociaciones de Vecinos de Cáceres. Para justificar su necesidad han elaborado, junto a una socióloga cacereña, un informe sobre la situación de los mayores en la ciudad y de los geriátricos (hay diez pero solo dos son públicos).

También la empresa peruana que promueve un hotel de lujo en el Palacio de Godoy se interesó por el edificio para convertirlo en un hotel y el grupo popular sugirió que concentrara todos los servicios provinciales, con el objetivo de dejar vacíos los edificios de la institución ubicados en el casco histórico para poder enajenarlos. El equipo de gobierno, por su parte, quería destinarlo a los jóvenes, para atraer universitarios.

Cordero se plantea tanto una gestión pública como privada del inmueble: «No quiero cerrar ninguna posibilidad. Es un lugar que tiene casi 4 hectáreas, tiene mucha superficie y tiene que ser ocupada casi toda. Hay que buscar un proyecto que dé vida a la ciudad, en eso estarán de acuerdo todos los cacereños», señaló ayer.

Eso sí, la idea es que la decisión sobre su futuro se tome en un corto espacio de tiempo. «Tenemos que aprender de lo que ocurrió en la provincia de Badajoz, donde se quedó el Hospital Provincial vacío en 1987 y hasta esta legislatura no se ha llegado a un acuerdo sobre su futuro por problemas entre la diputación y el ayuntamiento», avanzó.